Parroquia Nuestra Señora de Lourdes celebró fiesta de la Inmaculada Concepción

Con una procesión por sus calles aledañas, la comunidad inició la conmemoración del día de la Virgen, para luego celebrar la eucaristía presidida por Monseñor Ricardo Ezzati.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Marcela Maldonado

Fuente: Comunicaciones Santiago

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La señora Patricia Basulto es misionera de maría en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes. La tarde del viernes 8 de diciembre llegó muy entusiasmada para recibir a los feligreses que llegaban a la misa y para ayudar a la preparación de la imagen de la virgen que sería llevada en procesión por calle Goycolea, en la Cisterna. Con dedicación, adornó con frescas flores el altar de la Virgen María en un gesto que expresa la admiración que tiene hacia su madre.

"Hoy celebramos uno de los dogmas más grandiosos, la Virgen es la purísima, ella ha jugado un papel muy grande en la salvación del mundo, gracias a su pureza, a su fidelidad al Padre. No hay mujer que no haya soportado más dolor con el padecimiento de su hijo que ella y ella lo guardaba en su corazón. Hoy quiero agradecerle lo que nos da diario porque intercede por nosotros", señaló Patricia.

Pasadas las seis de la tarde comenzó la procesión, los feligreses salieron de la parroquia y agitando banderas blancas y caminando junto a la Virgen en un recorrido por las calles aledañas. El Cardenal Ricardo Ezzati y el Padre Guillermo Greene, párroco de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes acompañaron la procesión a la que además se sumaron otras comunidades parroquiales del sector. Rezando el rosario, cantando y orando la comunidad rindió homenaje a la Inmaculada Concepción.

De regreso a la parroquia se dio inicio a la celebración de la misa presidida por el Cardenal Ricardo Ezzati, la que contó con la participación de distintas comunidades parroquiales: San Francisco de Asís, San Juan Bosco, Santa Clara y Ascensión del Señor. En la celebración, el cardenal invitó a los fieles a fijarse en los ojos de María, "a descubrir la mirada de la madre que acompaña siempre nuestra vida. Sus ojos de misericordia nos ayudan a enfrentar el camino de la vida con esperanza porque sus ojos son reflejos de los ojos de Dios".

En su homilía el Pastor llamó a cultivar el don de la fraternidad "que nos ayude a tener un corazón bondadoso capaz de perdonar, de ser solidarios con aquellos que viven al margen de la vida de la sociedad, que María nos mire con ojos maternos y nos ayude a ser hermanos, a ser capaces de perdón, reconciliación, de superar la barreras que muchas veces levantamos".

Por último el Arzobispo de Santiago oró para que la Virgen acompañe a las comunidades. "Le queremos pedir que venga a hacernos comunidad de hermanos y hermanas que saben ayudarse, respetarse en sus diferencias, haciéndose don el uno para el otro, para que esta comunidad puedan ser centro de luz, esperanza que atraiga a tantos".