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Artículo

Lunes 7 de agosto de 2017

María Madre de Misericordia conmemoró 20 años como parroquia

En la ocasión, la comunidad entregó una donación al arzobispo, que será destinada a obras de caridad para niños vulnerables.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Andrea Ruz Dios

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl

En 1997 el cardenal Carlos Oviedo firmó el decreto que estipulaba la creación de la Parroquia María Madre de Misericordia, en el sector de Los Trapenses, en la comuna de Lo Barnechea. Dos años después, gracias a la donación de personas e instituciones, se construyó el templo, que fue bendecido el 14 de agosto de 1999.

En el día de la Día de la Transfiguración del Señor, la comunidad parroquial se reunió para celebrar la Eucaristía junto al Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati y conmemorar un nuevo aniversario de la parroquia. Cada año lo hacen el primer domingo de agosto, para festejar, en paralelo, a los niños en su día.

La Transfiguración del Señor, es una fiesta religiosa que recuerda el momento en que tres discípulos tuvieron ocasión de ver al Señor en su esplendor, fortaleciendo así su fe. "Jesús es el enviado del Padre para sanar los corazones afligidos, para restituir la confianza en Dios, para hacernos descubrir el don más bello de nuestra existencia, la dignidad más grande de nuestra vida. Hombres y mujeres reconciliados con Dios, que a través de la pasión y la muerte de Cristo, están llamados a vivir en comunión con Dios y en una profunda comunión entre los hermanos", comentó el pastor en su homilía.

Al referirse a la segunda carta de San Pedro, en la que el apóstol relata su recuerdo vivo de ver al Señor transfigurado, el arzobispo comentó que la Fiesta de la Transfiguración viene a confirmar nuestra fe. "No tenemos que tenerle miedo al mundo. Jesús nos ha dicho: no tengan miedo, yo he vencido al mundo, y lo sigue venciendo. Jesús no nos ha asegurado que en la vida de la Iglesia estaríamos libres de la tentación, que la vida personal estaría libre de dificultades y problemas. Nuestra esperanza la anima uno sólo, aquél que es la esperanza que no engaña, como dice San Pablo. La confianza y esperanza de la Iglesia y de cada uno de nosotros es el Señor Jesús", agregó el cardenal.

En relación a un nuevo aniversario de la dedicación del templo, el cardenal exhortó a la comunidad a infundir en la sociedad el alma que permita mirar el futuro con esperanza, bajo la mirada del Evangelio y la contemplación del Señor. También, el obispo les invitó a ser una parroquia misionera y anunciadora de la experiencia cristiana. "Con nuestra experiencia humilde estamos llamados a testimoniar que Jesucristo tiene palabra de vida eterna y podemos encontrar el camino para nuestro pleno desarrollo humano", expresó.

En palabras del padre Rodrigo Domínguez, párroco y Vicario de la Zona Cordillera, esta comunidad "durante sus 20 años de vida, ha ido creciendo fuertemente en número de fieles y también en la fe. Ha madurado y se caracteriza por ser solidaria y generosa. En este sector vive mucha gente de otras nacionalidades, y esta es una parroquia que acoge muy bien al migrante".

En tanto, Viviana Viel, ministro de altar y encargada de la Pastoral de la Salud de la parroquia expresó: "Es un honor y una tremenda alegría para nuestra comunidad recibir al pastor de la Iglesia de Santiago en la celebración de nuestro aniversario. Le tenemos mucho cariño y nos hace muy bien poder escuchar su palabra y su llamado, sobre todo porque somos una comunidad donde participan muchas familias jóvenes".

Compromiso con el Señor

Ese crecimiento en la fe fue lo que inspiró la formación de un grupo de adoradores permanentes, que comenzaron orando de lunes a viernes de 8 de la mañana a las 20 horas. Gracias a la buena acogida de la comunidad, desde junio el rezo se realiza también los fines de semana y participan de manera permanente casi 200 personas inscritas, sumándose diariamente decenas de fieles que visitan a Jesús sacramentado en la parroquia.

Al término de la Liturgia, el coordinador parroquial, Edgardo Fuenzalida, hizo entrega al arzobispo de una donación de recursos, reunida por la comunidad, para ir en beneficio de obras de caridad. "Queremos que este dinero vaya en ayuda de una fundación o algún hogar de niños vulnerables que esté bajo el amparo del Arzobispado. Creemos que los niños son los que más necesitan, junto a los adultos mayores, y sabemos que este aporte nuestro va a ser muy bien aprovechado por ellos, pues necesitan mucho de nosotros", comentó.

La celebración culminó con un espacio fraterno de comunión entre los feligreses, quienes compartieron con el pastor, y festejaron a los niños en su día.