Jóvenes Barnabitas se reúnen para celebrar la Vigilia de Pentecostés

Alrededor de 40 jóvenes pertenecientes a las parroquias Madre de la Divina providencia de Puente Alto, su capilla San Pablo y parroquia Santa Sofía de Santiago Centro, pertenecientes a la congregación de los Padres barnabitas (o también conocidos como clérigos regulares de San Pablo) de la Región Metropolitana, se reunieron para celebrar la Vigilia de Pentecostés y reforzar lazos entre comunidades, en miras de formar -en un mediano plazo- una pastoral Juvenil con espiritualidad Zaccariana.

Por: Erick Ego, comunicador parroquial

“En estos meses de pandemia la mayoría de las personas se han visto afectadas o desbordadas por el entorno, que nos demuestra día a día lo frágil que es la vida. Lo fácil que puede ser que un día estemos aquí y al otro no. La importancia de dar y demostrar el amor a nuestros seres queridos y por supuesto lo más fundamental la importancia de conocernos, darnos la atención, respeto y amor necesario a nosotros mismos”, reflexionó Consuelo Navarro, una de las coordinadoras de la Pastoral Juvenil de la parroquia Madre de la Divina Providencia, a cargo de organizar el encuentro.

En su reflexión, Navarro también se refirió a cómo cada grupo, por edades o gustos, ha vivido este período de pandemia formas distintas: “Cómo jóvenes ha sido un proceso emocionalmente complicado, donde muchas veces nos hemos visto cansados, agotados por la utilización excesiva de pantallas, agobiados de cierta manera porque muchos de los planes y metas se han visto reinventados o aplazados, pero es en estas situaciones en las que llevar a Dios en su nuestro corazón juega un rol fundamental”.

La Vigilia de Pentecostés, es una tradicional actividad de la Pastoral Juvenil de la parroquia de Puente Alto, que dada la contingencia sanitaria desde el año pasado se ha tenido que celebrar de forma online a través de la plataforma Zoom. Tecnología que, este año, ayudó a concretar el objetivo de la congregación de poder unir a los jóvenes de las distintas comunas.

“Si bien la de este año fue la segunda vez que se realizaba de esta manera, pudimos notar como el trabajo de organización nos resultó más fluido y fácil de realizar, debido a que ya teníamos la experiencia anterior, teniendo una pauta en que guiarnos y también una mayor confianza entre los integrantes del equipo”, explicó Consuelo

Finalmente, los jóvenes manifestaron que se sienten orgullosos del trabajo realizado, puesto que no es fácil, pero eso les enseña que querer es poder y de que de la mano de Dios todo es posible. “Nos sentimos felices también de saber que los jóvenes vivientes de esta Vigilia sintieran que pudo llegarles el mensaje que buscamos transmitir y darnos un momento para vivir su fe”, afirmaron desde la Pastoral Juvenil.