Capilla Santa Cruz fue consagrada en presencia de comunidad parroquial

Monseñor Celestino Aós, animó a todos los asistentes a aprovechar este nuevo espacio de oración y a convivir con todos aquellos que deseen llegar hasta la capilla: "La cruz es para nosotros señal de esperanza. Señal de que el amor es más fuerte. Señal de que la vida derrota a la muerte. Fuimos marcados por la señal de la cruz y llevamos la cruz al cuello no como un amuleto, no como una joya que exhibir, sino para recordarnos a nosotros mismos que hay alguien que me ama tanto que murió por mí", les dijo.

Tras el solemne momento de la consagración de la capilla, el pastor animó a los presentes a ver a Cristo en medio de este nuevo templo: "Aquí en el altar es donde se va a unir de una manera misteriosa, Jesucristo, Dios y la humanidad. Aquí pondrán el pan santo y el vino. Será la presencia de Jesucristo por medio de su cuerpo y de su sangre", exhortó.

Antes de cerrar su homilía, les recordó que "muchas veces somos incapaces de hablar y de escucharnos, Andamos a los piedrazos y a los insultos, a los incendios y a la destrucción. Eso no es de un cristiano, eso no es posible en el siglo 21", a raíz de todo el estallido social que vive el país.

El padre Enzo Lara, párroco de La Ascensión del Señor, tuvo sólo palabras de agradecimiento a Dios por la nueva capilla bendecida: "Es un día muy anhelado, ya que son años de trabajo que comenzaron con el párroco anterior y que hoy se ven concluidos. Era un anhelo muy sentido contar con este tempo. Este lugar era inhóspito y la gente necesitaba un lugar nuevo y cómodo para celebrar".

Salvador Cid, coordinador parroquial de parroquia La Ascensión del Señor, señaló que "hoy es un gran día para dar gracias a Dios, porque hoy vemos cómo con el servicio de muchas personas, se construye un gran templo para confesar que Dios ama al mundo. Gracias a todos quienes ayudaron a construir este templo y ahora, a seguir construyendo el templo humano en familia y siempre en alegría", pidió.

Sara López, quien lleva ochos participando en la parroquia, se mostró muy emocionada con lo vivido: "Cómo no estar contenta con esta bendición. Este barrio necesitaba mucho un templo y hoy ya se concretó. Dar gracias a Dios por la visita del obispo que también ayuda mucho para crecer en la fe en momentos tan difíciles y de incertidumbre", señaló.

La capilla fue construida gracias a la donación del fallecido abogado y profesor Alejandro Silva Bascuñán, gran servidor de la iglesia, quien  tras su fallecimiento, dejó su herencia al Arzobispado de Santiago para la reparación y construcción de templos y proyectos educacionales para la ciudadanía. 

Todo terminó con un compartir fraterno organizado por la comunidad parroquial.