Emotiva despedida del padre Giussepe Tomasi

Antes de comenzar la misa, Pio Tabonatti, en representación de todas las entidades italianas manifestó el sentir de éstas por la partida, tras 79 años de vida, del padre Pepe, como lo llamaban con cariño, a quien le expresó: "Estarás siempre con nosotros y en nosotros con cada enseñanza y gestos construidos contigo".

Enseguida, el Arzobispo de Santiago –oriundo de Vicenza, al igual que el padre Giusseppe- entregó en nombre de la arquidiócesis "un saludo muy especial a la comunidad scalabriniana, a esta parroquia y a todas las instituciones que nos acompañan, pidiendo que el Señor acoja en su reino a nuestro hermano, el padre Giusseppe, que ha entregado su vida al servicio del Evangelio de Jesús y de todos aquellos que como discípulos de Jesús buscamos seguirlo con fidelidad. Al Señor le presentamos a nuestro hermano, para que, como buen pastor, lo acoja sobre sus hombros y lo invite a celebrar la liturgia eterna en el cielo".

La homilía estuvo a cargo del misionero scalabriniano padre Giulio Rubin, quien hizo un recorrido por el testimonio evangelizador del padre Pepe y recordó que el "en marzo del año pasado tuvimos la alegría de compartir sus 50 años de sacerdote aquí, en la parroquia. Su vida fue una vida muy ordenada. Nació en el norte de Italia, en Vicenza. Allí se formó con sencillez, en una familia humilde, para ser misionero, hacerse sacerdote para los migrantes".

El fallecido religioso terminó de estudiar y se vino a Montevideo, Uruguay, donde trabajó en la formación de los jóvenes. En 1975 se vino a Chile, donde, entre otras cosas, se hizo cargo del periódico quincenal Presenza, destinado a la colonia italiana residente, para formar más que para dar noticias. "Hacía un apostolado, una pastoral de valores y de cercanía con la gente. Personas venían aquí por muchos motivos, pero sobre todo por motivos de fe, religiosos, de encuentro, de amistad. Esas fueron algunas de las características del padre Giusseppe", expresó el padre Giulio. Agregó que el misionero "no era de carácter fácil, a veces quería imponer su punto de vista, porque estaba convencido de que ahí estaba el camino, por supuesto con el diálogo, con la comprensión, pero con esta fuerza, con este entusiasmo que todos hemos experimentado". Destacó también su fidelidad con el mundo de los migrantes

Por su parte, el padre Padre Luigi Migone, formador del Seminario Pontificio de Santiago, que estuvo 11 años en el grupo de los scouts de la parroquia, manifestó: "Él no nos decía todo, sino que nos invitaba a hacer nosotros ese trabajo, a buscar más profundamente el sentido real de las cosas, a buscar la verdad incansablemente. Era rebelde, libre, rompía esquemas, pero no por romperlos, sino buscando la verdad, la libertad, la originalidad más grande de cada uno. Y eso lo trajo al grupo scouts". Y añadió que "él como misionero scalabrinaino, se dedicó a los migrantes, por ejemplo, a las colectividades italianas en distintas partes de Chile, Temuco, Valparaíso y La Serena, para animar a estos grupos en la fe. En la parroquia en particular se dedicó a los scouts y al periódico quincenal Presenza. Tenía una veta periodística extraordinaria y de evangelización a través de la palabra escrita".

Pasión italiana y misionera

Al término de la misa y del responso que presidió el cardenal Ricardo Ezzati, los scouts de la parroquia N. S. de Pompeya formaron un arco con sus báculos para homenajear el paso de la urna con el padre Giuseppe, en momentos de mucha emoción. El cortejo se dirigió al Cementerio General, donde los restos del misionero para los migrantes fueron sepultados en el Mausoleo Italiano.

En las exequias participaron diversas entidades vinculadas a la colonia italiana, como la Scuola Italiana, el Stadio Italiano, el Club Deportivo Audax Italiano y el Hogar Italiano de Adulto Mayor, entre otras organizaciones.
Nello Gargiulo, representante de los italianos en Chile en el Consejo General en Roma para los italianos en el mundo, tuvo un recuerdo a la "gran pasión" del padre Pepe por la comunidad italiana, "su sentido de ser un sacerdote sclabriniano, que siempre sentía esta vocación de acompañar a quien dejaba su país y llegaba a otro –en este caso, Chile- para que no sintieran esta lejanía. Acompañó mucho a tantas personas en la vida religiosa. El periódico Presenza ha unido a los italianos en Chile, se le debe a él la variedad de temas y dar espacio a la diversidad".

Por su parte, Juan Díaz recordó que a los 14 años de edad conoció al religioso, que era el capellán del grupo scouts. "A todos nosotros siempre nos apoyó y nos acompañó en todo, en los campamentos, en los retiros espirituales, en las promesas scouts. Era un muy buen pastor".