Seminario América Latina y Chile en camino al Sínodo 2023

Será un hito en la historia de la Iglesia en América Latina y el Caribe pues en ella participará todo el pueblo de Dios desde su raíz. No es una Conferencia del Episcopado Latinoamericano, como se hicieron las anteriores, es una Asamblea que reunirá a toda la Iglesia que peregrina en nuestro continente. Por ello, la Asamblea aspira a tener una plena y amplia participación de todo el pueblo de Dios para que sea una verdadera “celebración de nuestra identidad eclesial al servicio de la vida”.

Para profundizar en su relevancia, temática y significado de este evento, el pasado jueves 4 de noviembre tuvo lugar el seminario “América Latina y Chile en camino al Sínodo 2023”, una iniciativa conjunta de la revista Humanitas, el Arzobispado de Santiago, la Pastoral UC y la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile. De acuerdo con Eduardo Valenzuela, director de la revista Humanitas y principal impulsor de la iniciativa, “el objetivo fue poner sobre una misma mesa las distintas rutas sobre las que avanza el camino sinodal al que ha convocado el Papa Francisco”.

Cuatro fueron los invitados a exponer. En primer lugar, se reflexionó sobre la situación global de nuestra Iglesia Latinoamericana a pocos días de la realización de la inédita Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe. Para ello presentó la socióloga Sofía Brahm, quien entregó algunos datos sobre el estado general de la Iglesia Latinoamericana, presentación que será publicada en formato escrito en el número 98 de Humanitas. En términos generales, señaló, se ha visto una disminución en la identificación de la población con la Iglesia Católica, teniendo como contracara un éxodo a otros credos y un aumento en quienes no se identifican con ninguna religión. Por otra parte, la Iglesia es una de las instituciones con mayor confianza depositada de parte de la población, existiendo algunas excepciones como es el caso chileno. En ese sentido, “urge abordar de manera decisiva la crisis de abusos, pues la desconfianza debilita la fuerza evangelizadora y el rol de la Iglesia en las sociedades”. Existe además un auge del movimiento carismático y de las expresiones de religiosidad popular, lo que daría cuenta de una búsqueda de nuevas formas de vivir la fe, de manera profundamente laical y participativa.

La segunda exposición estuvo a cargo de la hermana Birgit Weiler, teóloga alemana, doctora en filosofía y miembro del grupo de teólogos del CELAM y de la Comisión de contenidos de la primera Asamblea Eclesial. En su presentación se refirió a la Asamblea misma, evento “inédito”, como ha señalado el Papa Francisco. Relató la historia de la Asamblea y su organización, señalando que aquello que busca es ser una “Iglesia de todos y para todos”, para lo que se han recogido diversas voces en los procesos de escucha, se han sistematizado las opiniones y se publicó una “Síntesis narrativa”, base para el “Documento para el discernimiento comunitario”. La teóloga señaló que debemos aprender a caminar en unidad con nuestra diversidad a su vez que invito a “acoger el llamado del Santo Padre a renovar nuestra Iglesia en aquellos ámbitos que necesitan de conversión, para que nuestro testimonio sea realmente un testimonio coherente y fiel”.

Finalmente explica la forma en que la Asamblea Eclesial se insertará en el Sínodo 2023, donde la experiencia vivida en el continente construirá caminos y permitirá discernir sobre la forma de poner en práctica la sinodalidad en el camino de toda la Iglesia.

Con respecto al tema mismo de la sinodalidad dentro de la Iglesia, tópico escogido como centro de reflexión para el Sínodo 2023, monseñor Cristián Roncagliolo realizó algunas reflexiones. En ellas se refirió a la sinodalidad como una invitación a la evangelización, pues esta “no es endogámica, sino misionera”. El proceso sinodal, agrega, “quiere revitalizar el impulso misionero de la Iglesia para que la Iglesia sea incidental en la historia”. De ahí que la sinodalidad debe comprenderse en un dinamismo evangelizador y en salida. Cristián Roncagliolo es obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago, Vicario General y Vicario de la Esperanza Joven. Doctor en teología, participó en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano (Aparecida, 2007) como ayudante en la Comisión de redacción del Documento final y en la XV Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos dedicada a los jóvenes en 2018.

En cuanto a la Iglesia chilena, Jorge Blake se refirió a los resultados obtenidos en un proceso pre sinodal de escucha, convocado por la Conferencia Episcopal el año 2019. Jorge Blake es sociólogo de la Pontificia Universidad Católica y actualmente colabora con el equipo de metodología que organiza la participación de Chile en el camino a la Asamblea Eclesial Latinoamericana. En su presentación se refirió al documento que sistematiza el proceso de discernimiento eclesial realizado el año 2019, el que abarca tres temas: relaciones interpersonales, estructuras y signos de los tiempos, centrándose especialmente en el punto de las relaciones interpersonales: “Hacer realidad la sinodalidad supone un proceso de conversión profundo a nivel del modo de relacionarnos y reconocer la distancia que nos separa del ideal de fraternidad”. En el proceso de escucha quedó de manifiesto una minusvaloración vivida por laicos, mujeres y jóvenes en diversos espacios eclesiales. Algunos factores que pueden estar incidiendo en ello, señala, son la debilidad de la fe, una visión desordenada del sacerdocio y una dificultad para enfrentar conflictos.

Finalmente se contó con un espacio de preguntas, donde se profundizó en temas como el clericalismo, la religiosidad popular, el éxodo de católicos a otros credos y la desafección religiosa.

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