Miércoles 21 de noviembre de 2018
Oración por la justicia y paz para el pueblo Mapuche
Congregados en la Iglesia de San Ignacio de Loyola, integrantes de la Pastoral Mapuche de Santiago, laicos, laicas y sacerdotes suscribieron una declaración frente a la violencia en la Araucanía.
Fotos: Omar González
Periodista: Marcela Maldonado
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/
Integrantes de la Pastoral Mapuche de Santiago, sacerdotes, jóvenes, adultos y niños llegaron al templo ubicado en calle de Alonso de Ovalle para orar a Dios por la paz.
"Desde nuestra fe no podemos ser indiferentes ante la injusticia sistemática que experimentan nuestros hermanos mapuches". Dijo Verónica Pérez, de la Pastoral Mapuche de Santiago, quien junto al Padre Jorge Muñoz S. J. Vicario de la Pastoral Social Caritas, dieron el inicio al encuentro.
"Hoy estamos unidos por una fe común. Hoy es el evangelio el que nos convoca, la buena noticia de Jesús, El quien padeció una muerte en cruz hoy tiene rostro el concreto de Camilo Catrillanca y el pueblo Mapuche", expresó Verónica, quien invitó a un "afafan" mapuche, un grito desde el corazón, por la paz y el aprendizaje mutuo entre dos mundos, el mapuche y el no mapuche.
Reconociendo el difícil momento que atraviesa el país por los hechos de violencia en la Araucanía, el Padre Jorge Muñoz S.J. animó a abrir un camino distinto. "Llegamos a un punto de inflexión, no podemos seguir siendo indiferentes frente al sufrimiento del pueblo mapuche, por eso estamos acá". Y pidió por la concreción del "camino de la compasión, de la generosidad, de la profunda solidaridad de unos con otros".
Como signo de la luz que ilumina la justicia, la esperanza y la paz, se encendió el cirio pascual con el cual los presentes encendieron sus velas y salieron al exterior del templo. Allí, el Padre Jorge Muñoz leyó la declaración de la Articulación Ecuménica de Pastoral Mapuche, cuyo texto llama "a nuestras iglesias y sus autoridades a solidarizar no solo con el dolor del pueblo Mapuche, sino también con sus luchas por legítimos derechos, a respetar y aprender humildemente y sinceramente de su cultura y su religión".
"El rostro de los que hoy día están crucificado"
El sacerdote Pablo Castro S.J, quien vivió 12 años en Tirúa, compartió un mensaje durante el encuentro, invitando a cada uno a pensar qué rostro tiene el Cristo violentado hoy. "Tenemos que atrevernos a ponerle a Cristo el rostro de los que hoy son violentados, el rostro de Catrillanca, de las mujeres maltratadas, son rostros de hombres y mujeres que también están crucificados, estamos invitados a reconocer allí también el anuncio de Jesucristo"
"Eimi ta muten Ngenechen, eimi muten wenumapu muleimi, Chaw Dios Ñuke Dios. Sólo tú eres Señor del alto cielo, Ngenechen. Tu solamente Padre Dios y Madre Dios", enunció el sacerdote.
La hermana Nelly León, presente en la jornada, comentó que "el tiempo se ha cumplido, no podemos como católicos seguir replegados y no hacernos presentes en la lucha por la verdad y la justicia, especialmente en nuestros hermanos mapuches y para luchar contra todo tipo de violencia".
Monseñor Cristián Roncagliolo, Obispo Auxiliar de Santiago expresó la preocupación de la Iglesia de Santiago, "porque sabemos que la violencia engendra violencia. Para quienes creemos en Cristo, reconocemos que Cristo es la paz y cuando la paz se ve violentada es Cristo que se ve violentado", dijo.
"Cuando nos juntamos a rezar, nos reunimos para que Cristo y su paz llegue al corazón de todos, para que el pueblo mapuche pueda encontrar respeto a sus tradiciones, a su historia, a su querida tierra y para que todos los actores implicados contribuyamos eficazmente a que la Araucanía encuentre, no solo la paz ante la violencia sino justicia y una amistad cívica que les permita construir juntos el futuro de todos los que viven en esa tierra. Creo que es importante destacar que esta es una iniciativa de los jóvenes de la CVX que nos han invitado a rezar, a reflexionar por la paz. Animo a que esta iniciativa también pueda ser replicada por tantos jóvenes llamados a ser protagonistas del futuro de paz", indicó el obispo.
El padre Mariano Puga también expresó su sentir, "la muerte de un hermano, de una nación, nos tienen que cuestionar a todo Chile, no solo al pueblo, no solo a los que están implicados. Todavía hay muchos hermanos nuestros que no han asumido, que no tenemos el mínimo sentido fraterno, cristiano de reconocerles el derecho que tiene ellos a su existencia, a su cultura y tradiciones".
Silvia Torres fue una de las firmantes de la declaración, "me interesa que de una vez por todas se haga justicia, ya basta, no podemos seguir retrocediendo. Creo que es una realidad penosa que está por años, a mí me interpela de manera profunda".
Cristóbal Urzúa, también plasmó su firma en la declaración y comentó "debiéramos ser súper conscientes de que la muerte de una persona sea mapuche, sea de izquierda o derecha no nos debe dejar indiferente, debemos construir una Iglesia, una sociedad donde humanizarnos entre todos".