Movimientos y Asociaciones Laicales analizan ámbitos pastorales vigentes

Antes de abordar el tema, se hizo mención a lo señalado por el Papa Francisco a los Movimientos y Asociaciones de Fieles Laicos y  Nuevas Comunidades el 16 de septiembre, cuando agradeció el aporte que hacen a la misión de la Iglesia en el mundo.

Luego, en conjunto, recordaron los ámbitos prioritarios de la arquidiócesis de Santiago tras el discernimiento realizado:

1) La centralidad en Jesucristo y urgencia de los cambios, que se asocian a los problemas estructurales de la Iglesia y a un alejamiento y pérdida de la centralidad de Cristo. Se debe presentar un Cristo atrayente a la comunidad.

2) Laicos y corresponsabilidad y rol de la mujer en la toma de decisiones, con un llamado a reconocer verdaderamente el rol de los laicos como constructores de la Iglesia.

3) Los jóvenes: como Iglesia, debemos favorecer el protagonismo y participación juvenil.

Sobre esta base, en la V Reunión de Movimientos y Asociaciones Laicales hubo una reflexión en grupos pequeños, para abordar estas preguntas: ¿Cuál es el ámbito prioritario que me desafía? ¿Cómo nos desafía en cuanto comunidad?

Después de ese trabajo en grupos, en la asamblea plenaria se dieron a conocer las respuestas de los participantes, las que se refirieron a temas como la importancia de conocer el diagnóstico se sector en que estamos insertos, “porque hay ausencias de nuestros hermanos y comodidad de seguir conectados a las redes sociales”; la necesidad de llegar a otras personas; el valor de la presencia de los migrantes, que están enriqueciendo la vida parroquial; aceptar a los jóvenes tal cual son y apoyar la pastoral juvenil, presentarles un Jesús atrayente, cariñoso, vivo en nosotros; priorizar con más fuerza el ámbito la centralidad en Jesucristo y llegar a los que se han alejado de la Iglesia por la crisis de los abusos, entre otros aportes.

Al término de la reunión, intervino el obispo Julio Larrondo, vicario de Laicos, Familia y Vida, quien resaltó que “el laicado tiene muchos aportes que hacer a la Iglesia, hoy, en la línea sinodal que ha hablado el Papa. No somos islas en las que cada uno está atrincherado, con un espíritu mesiánico a través del cual quiere salvar a la Iglesia desde su propia realidad”. Somos, dijo el padre Julio, “una Iglesia y estamos todos invitados a caminar juntos, lo que significa que tenemos que estar integrados”. Añadió que para ello es necesario “hacer caminos de conversión, la que pasa, en primer lugar, por tomar conciencia de nuestra situación frágil, de pecado, pero que se nutre y fortalece en la gracia que el Señor nos comunica a través de los sacramentos”.

Desde esta realidad, agregó el vicario, que se nos invita “a vivir nuestros carismas en comunión, somos todos hijos e hijas de Dios, y a hacernos adultos en la fe aportando cada uno desde su propia realidad. Tener un espíritu de servicio, con humildad”, cerró.