Hnas. Terciarias Franciscanas celebraron bicentenario de su fundadora

En la celebración, participaron representantes de la comunidad del Colegio Franciscano María Reina de Estación Central y del hogar de ancianos Niño Jesús, en La Reina. Ambas obras pertenecen a esta congregación y están presentes en nuestro país desde hace 60 años.

Imitar las obras de caridad y misericordia

En su homilía, monseñor Celestino Aós destacó los frutos que ha dejado esta congregación, que funda en 1878 la madre María del Tránsito en Córdoba. El deseo de glorificar a Dios y hacer el bien a todos, anima a difundir el espíritu franciscano de paz en la sociedad, a través de las obras de caridad y misericordia. Si bien, “no copiamos a la madre María del Tránsito, si debemos imitar sus virtudes”, dijo monseñor Aós, pues “ella, en su tiempo buscó el reino de Dios, sembrando la paz, consolando a los sufrientes y anunciando a todos el amor de Dios”.

Abordando su historia familiar y de vida, el arzobispo agregó que la humanidad de la beata María del Tránsito ha sido testimonio para quienes han ingresado a la congregación y conocido su labor. Ser discípulos de Jesús en el mundo de la educación, “es la obra hermosa para seguir sembrando la paz, para seguir consolando a nuestros fieles, anunciando a todos el amor de Dios”, y añadió más tarde que recordar y celebrar el bicentenario de su nacimiento “es traer a la memoria y al corazón los hechos de vida de la beata María del Tránsito y traer a la memoria los hechos ocurridos durante este tiempo. Pero sobre todo, lleva a comprometernos hoy a seguir dando frutos”.

Al finalizar el encuentro, se presentó una placa y medallas conmemorativas que recuerdan el legado de la congregación. Asimismo, hubo espacio para que representantes de la comunidad rindieran homenajes por el bicentenario de la beata argentina. Tras presenciar estos signos, monseñor Celestino animó a los fieles a rezar y pedir la intercesión de la Virgen, para que prontamente la madre María del Tránsito pueda ser elevada a la gloria de los altares.

Testimonios de esperanza que traspasan fronteras

Eduardo Palacios, encargado de la Pastoral de apoderados del Colegio Franciscano María Reina: “El paso de María del Transito por Argentina y por Chile, es el paso de Dios. Hay que saber leer el Evangelio actual en personas concretas y creo que vivir esta celebración en el hogar de La Reina, donde llegaron las hermanas, ha sido significativo y esperanzador. Es el culmen, pero a la vez el inicio de presencia, encarnando el evangelio al estilo de Francisco”.

Celia Saavedra González, residente del hogar de ancianos Niño Jesús: “Llevo 10 años en este lugar. Tengo 82 años y las hermanas son familiares de nosotras. Yo quería una casa para terminar mis años y cuando me preguntaron, pedí que ojalá fuera un lugar con religiosas, que tuviera capilla y misa todos los días. ¡Se me cumplió todo!. Los días se me hacen cortos, porque tenemos muchas cosas. Las hermanas nos enseñan, tenemos médico, enfermeras, nos dan clases. Estoy muy agradecida y feliz”.

Soledad Muñoz, ex estudiante y secretaria del colegio Franciscano María Reina: “A través de su carisma y espiritualidad franciscana, la beata María del Tránsito se ha llevado a cabo el proyecto educativo de nuestro colegio, que nos invita a ser protagonistas en la educación centrada en Cristo, humanizada y formando a jóvenes con un proyecto de vida que está al servicio de los demás, a través de su profesión y vocación. Le damos gracias, porque su testimonio traspasó fronteras y en cada una de sus hermanas de esta congregación”.