Lunes 23 de julio de 2018
Derribar muros, mostrar la ternura y cercanía de Dios
Feligreses de la parroquia Santa Cristina, de la comuna Pedro Aguirre Cerda, en la Zona Sur de Santiago, celebraron este sábado 21 de julio la misa con el cardenal Ricardo Ezzati y compartieron su trabajo pastoral y la fraternidad de la comunidad con el pastor.
Fotos: Omar González
Periodista: José Francisco Contreras
Fuente: Comunicaciones Santiago
Link fuente: http://www.iglesiadesantiago.cl/
Durante la homilía, el cardenal Ezzati afirmó que Dios siempre habla como un padre dialoga con sus hijos, tanto "en los momentos de gozo como en los momentos de dolor; en los momentos de claridad y en los momentos de obscuridad". Añadió que "hoy día el Señor nos quiere hablar al corazón, dándonos esperanza y dándonos fortaleza, iluminando con su palabra el camino que estamos llamados a recorrer, incluso cuando estamos atravesando momentos difíciles de la historia". Acerca de los textos de este pasado domingo, afirmó que en tiempos de profunda crisis, Dios promete guiar a su pueblo con pastores según su voluntad.
Luego, precisó que el Señor pide a quienes tienen diversas responsabilidades, ya sean políticas, vocacional o de guiar al pueblo de Dios, "que lo podamos hacer siempre desde su corazón, porque el verdadero pastor, aquel que guía según justicia y verdad a su pueblo, es aquel que imita la actitud de Jesús, el único Buen Pastor". El cardenal Ezzati amplió esta tarea pastoral también a otros ámbitos, como la vida matrimonial, en que el esposo es el buen pastor para su esposa y viceversa. Como igualmente los jóvenes están llamados a ser buenos pastores.
Luego, destacó dos actitudes a desarrollar por los buenos pastores. Una es la de Jesús, quien al morir en la cruz y resucitar, derriba el muro que separaba al pueblo judío a los pueblos paganos, haciendo un solo pueblo, redimido por su sangre. Así señaló que los cristianos también deben derribar los muros que se levantan para dividir. Como el muro de la maledicencia, el hablar mal de los otros. "¡Qué muro tremendo levanta la maledicencia entre uno y otro, entre un vecino y otro vecino, entre un familiar y otro! Derribemos el muro de la maledicencia", expresó. Como también el muro de creerse superiores a los demás y el muro de las diferencias sociales y económicas.
Otra actitud del buen pastor, dijo el arzobispo, es imitar a Jesús y a sus discípulos, que salen a las periferias en busca de los que sufren y se compadecen de ellos, de los que han perdido las esperanzas, porque "el mundo necesita más que nunca de la ternura de Dios", de cristianos que sean la ternura de Dios para tantos que necesitan esperanza, amor, consuelo y cercanía.
Participación laical
Ingrid Tapia, soltera, animadora del grupo "Discípulos", que corresponde al segundo año de Confirmación, participa en la parroquia desde hace cinco años, hecho que considera como un complemento de su vida. "Yo vivo el ser cristiana como parte de mi vida, no algo anexo, de solo de fin de semana, sino que es algo que está inmerso en la vida misma. Me ayuda estar con los chiquillos y entregarles lo que a mí me entregaron en su momento. Ellos son muy comprometidos y tienen harta opinión, un buen grupo para el diálogo". Acerca de la visita del Arzobispo de Santiago dice que es "un buen signo que se acerque a comunidades como la nuestra. Hace falta que se note más la cercanía de los pastores, de la jerarquía, con la comunidad".
Por su parte, Cecilia Muñoz, que participa en el grupo de liturgia y en otro de la tercera edad, espera "que el Señor ayude a arreglar las cosas", refiriéndose a la actual crisis en la Iglesia. Respecto de la visita del cardenal expresa que "es importante saber que él nos toma en cuenta".