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Jueves 30 de noviembre de 2017

Américo: El Papa es descontracturado y valiente

A poco más de un mes de la visita de Francisco a Chile conversamos con Américo, la popular voz detrás de la canción “Mi Paz les doy”.

Fotos: Héctor Landskron

Periodista: Víctor Villa C.

Fuente: Periódico Encuentro

Link fuente: http://www.periodicoencuentro.cl/diciembre2017

Aún con una agenda apretada entre conciertos y giras por toda Latinoamérica, Américo quiso conversar con Encuentro sobre lo que ha significado cantar el himno de la visita de Francisco en enero próximo. “Ha sido una experiencia muy linda, muy impactante. El momento que lo asumimos y decidimos participar desde la música para lo que va a ser la visita del Papa, lo hicimos con mucha alegría y disposición. Sabía que era algo importante, tremendamente histórico, pero una vez que sucede me vuelve a sorprender el impacto que ha tenido. Es algo tremendo”. Si bien reconoce que la canción no es un himno propiamente tal, “porque el concepto es de algo más solemne y ceremonial”, piensa que su propuesta “es moderna, más de estos tiempos, mucho más alegre. No es local sino que creo es de toda Latinoamérica. Así lo hicimos y así suena, son las características de una canción que creo que por algo fue escogida. Por ser un poco más atrevida, como es el Papa Francisco para estos tiempos”.

Y del himno esta es la frase que más lo identifica: Y como hizo Jesús saliste a caminar la tierra cubriéndola de amor. “Me gusta esa frase porque es donde se refleja el hacer la pega. Es fácil desde un escritorio, a lo lejos mandar un mensaje, enviar buena onda, a veces sin interiorizarse mucho. El ‘saliste a caminar la tierra’ es salir a llevar la palabra a otro lugar. De tomarse la molestia de ir. Si bien este es un Papa ‘descontracturado’ y valiente que nos gusta a muchos, también tiene sus años y complicaciones de salud, pero aun así sale. En el caso de él es mucho más fuerte, porque tiene un alcance global, con todas las complicaciones y diferencias que hoy por hoy se muestran en el mundo. Con todo, igual el Papa sale a entregar su palabra y llevar un mensaje distinto. Hoy es más fácil tirar odio o ‘echarse la bronca’ que ir a declarar la paz y el amor”, nos cuenta el cantante. Es por eso que no le extraña que la canción haya traspasado nuestras fronteras: “Me ha tocado en este último tiempo viajar un montón. En Nueva York, Perú, Ecuador, Colombia hace muy poco y en todo lugar ha sido muy trascendente lo de la visita del Papa a nuestro país, al continente, y el que yo esté ahí involucrado en lo que es la canción que recibe al Papa ha sido muy potente”.

Por eso Américo agrega: “Creo que represento a mucha gente que quiere estar ahí, sentirse cerca, que no se quiere perder esta visita. Hay mucha gente que necesita ser escuchada, que quiere un espacio”. Ese viajar permanentemente por la región le hace constatar la importancia de este líder mundial nacido en nuestro continente, por eso Américo reflexiona: “Sin duda que Latinoamérica es tremendamente importante en el presente, pero en el futuro se viene mucho más potente nuestro aporte. Tenemos un territorio exquisito para poder crear y desarrollar lo que el mundo necesitará en el futuro. Hay muchos ojos puestos aquí. Ojala podamos estar conscientes de eso, poder cuidar el territorio que nos tocó ocupar y poder evolucionar a una mejor comunicación para entendernos mejor. Eso nos está faltando, fortalecer ese sentido de ser hermanos de continente. Aun estando tan cerca dejar de vernos distantes”.

Sobre su aporte musical a la visita del Papa, se emociona al ser consultado respecto de si cree que alguien puede acercarse a la fe por medio del himno papal: “Si eso sucede, sería maravilloso. Si la música logra incentivar a alguien a cambiar, a mejorar su vida porque esa es la invitación, sería hermoso. Y me encantaría saber de esa persona, de esa historia, porque me llenaría de mucha alegría. De alguna manera al estar en la interna, entiendo lo que significa la visita del Papa. Tiene que ver mucho más que con el tema religioso o con la Iglesia. Tiene que ver con la necesidad que está súper latente y presente – y que no toda la gente tiene conciencia de eso- que es la espiritualidad. El buscar aquellos lugares de alegría, focos de esperanza y de fe; que a veces son palabras o términos de los cuales las personas escapan. Por vergüenza o porque a quien lo expone lo tildan de falso”.

Aun con lo difícil que puede ser hoy declararse creyente, Américo sostiene: “La gente necesita mucho la alegría, la fe, la esperanza. Y me doy cuenta que ese es el objetivo de la visita del Papa y de todo lo que moviliza, de poder crear la posibilidad que venga a visitarnos. No es algo que se dé constantemente, después de 30 años (de la visita de Juan Pablo II) vuelve a ocurrir. Entonces ahora que está a punto dé suceder y que lo vamos a vivir, hay que disfrutarlo al máximo y ojalá poder rescatar lo mejor que podamos extraer de ahí. Eso será muy bueno”.

Reconoce que ese camino de crecimiento en la fe es un regalo que ha recibido gracias a otros, pero en el que la opción personal es fundamental. “Ha participado mucha gente que ha tratado de mostrarme un camino, un estilo de vida. Amigos, familia, gente de mi equipo. Pero finalmente el que tiene la voz interna es uno mismo. Cada uno está llamado a despertar, a ubicar el momento preciso cuando uno dice ‘solo no puedo’, cuando se buscan respuestas que no puedo encontrar por mis propios medios. Sé que me falta mucho, no es un camino fácil, porque estamos todo el tiempo tentados por distintos estímulos que hay que saber sortear y para eso se necesita una fuerza aparte de lo interno, una fuerza mucho más poderosa y para mí tiene que ver con Dios, con Jesús, con alguien que te ha mostrado algo súper potente. Ahí están estas personas, estos focos de fe, donde uno se refugia generalmente en los momentos más críticos, cuando nos vemos complicados acudimos ahí, pero lo ideal es estar constantemente comunicado y sentirse protegido en todo momento. Son muchas las personas que han influido, les agradezco muchísimo su preocupación, su cariño y el que se interesen en mostrarme que existen de verdad caminos muy lindos y quellenan mucho”.

En medio de esa búsqueda pudo viajar a El Vaticano y conocer al Papa Francisco y conocer a otras personas “Ha sido un ir y venir, de también recibir a personas en mi casa. Experiencias todas muy lindas, buscando el sentirse feliz, el motivo de levantarse todos los días con ánimo y con energía. De agradecer la vida con todos sus matices, con problemas, lo bueno y lo malo, y dar gracias por estar vivo. Esta experiencia, este viaje de vida es único”.

Es por eso que si tiene la oportunidad de hablar con el Papa en su viaje a Chile, Américo señala: “Le diría que ore mucho por todos, especialmente por Latinoamérica, por la juventud y por los niños. Junto con eso, si pudiera, le diría que Chile es un país hermoso, que la gente es linda y que necesita ser escuchada, necesita atención y ser considerada. Cuando a la gente se le considera las terminas de validar y eso provoca mucha alegría, el sentirse importante provoca el ser alguien. Por ahí iría mi petición. Obviamente le transmitiría la mejor de las ondas y el cariño de gran parte de los chilenos”