Segundo Seminario “Mujer tejedora de esperanza”: seguir avanzando con fe

Santiago, 21 de junio de 2025 – Un grupo de mujeres unidas por la fe, participaron  en el segundo Seminario “Mujer Tejedora de Esperanza”, realizado en el Salón Blanco del Arzobispado de Santiago. La actividad convocó a representantes  provenientes de distintas comunidades, pastorales y organizaciones sociales, con el objetivo de reflexionar en torno al rol de la mujer en la Iglesia y en la sociedad actual.

El seminario se enmarca en el Jubileo de la Esperanza, y tuvo como eje el llamado a seguir avanzando con fuerza y creatividad en la construcción de una sociedad más humana y justa. A través de testimonios, momentos de oración, trabajo en grupos y espacios de escucha activa, las participantes compartieron experiencias, desafíos y propuestas concretas para contribuir a una transformación social con rostro femenino y cristiano.

Entre los temas abordados destacó el papel de las mujeres como creyentes, constructoras y testigos de esperanza en medio de realidades marcadas por la soledad, la violencia y la marginación. El encuentro subrayó también la importancia de revalorizar la vocación, el compromiso comunitario, el diálogo entre generaciones y la espiritualidad como fuentes de renovación personal y social.

Durante la jornada se escucharon testimonios significativos, se promovió el discernimiento colectivo y se plantearon acciones para seguir fortaleciendo redes de mujeres dentro de la Iglesia. Andrea Silva, una de las expositoras, trabaja en el movimiento Moani, atendiendo la realidad de la infancia de los niños en Lo Espejo. Señaló que para ella, este tipo de encuentros le dan relevancia al rol de la mujer a nivel social y eclesial. “Encontrarnos como hermanas en la fe, nos invita a seguir caminando, especialmente en este año de jubileo donde la esperanza no defrauda”.

Paola Juica, es docente e investigadora. Su testimonio en el seminario permitió comprender la complejidad del diálogo intergeneracional. “Hay que abrir las fronteras e ir al encuentro de los niños y de los jóvenes, para nutrirnos como una sola familia, que es la Iglesia”, señaló.

El seminario concluyó con un mensaje inspirador del Papa Francisco, recordando que “la grandeza y el papel de las mujeres sean más valorados en el Pueblo de Dios”, y con la bendición final de Monseñor Álvaro Chordi, quien animó a las asistentes a seguir siendo sembradoras de esperanza en medio del mundo.