Lunes 21 de abril de 2025
Francisco, un Papa pionero que tocó el corazón del Pueblo de Dios
Con la Catedral Metropolitana repleta, la Arquidiócesis de Santiago celebró este 21 de abril una misa por el eterno descanso del Papa Francisco, recordado por su cercanía, humildad y su incansable impulso por una Iglesia pobre para los pobres.
El mediodía de este lunes, fieles de distintos rincones de la capital llegaron espontáneamente a la Catedral Metropolitana para participar de la eucaristía presidida por el Arzobispo Cardenal Fernando Chomali, en memoria del Papa Francisco, quien falleció en Roma durante la madrugada.
En un ambiente de recogimiento y gratitud, la Catedral se transformó en el rostro de un pueblo unido en oración: laicos, consagrados, sacerdotes, obispos, representantes de todos los poderes del Estado y la mayoría de los candidatos a la presidencia de Chile se reunieron para dar gracias por el legado de un pontífice que marcó a la Iglesia y al mundo con su estilo cercano, su valentía pastoral y su amor profundo por los más frágiles.
El Cardenal Fernando Chomali agradeció especialmente a todo el pueblo de Dios presente en esta eucaristía, en particular al embajador de Argentina en Chile, Jorge Marcelo Faurie, y al subsecretario de la Nunciatura, Giuseppe Silvestrini, quien en las palabras que dirigió expresó el particular cariño y preocupación que el Papa le tenía a la Iglesia que camina en Chile.
En su homilía, el Arzobispo compartió palabras del Papa Francisco contenidas en su último mensaje Urbi et Orbi, pronunciado el domingo de Resurrección. “Ahí está condensado todo su pensamiento en relación a la Iglesia, en relación al mundo, desde Jesucristo resucitado”, expresó. “Y también está muy condensado lo que el Papa nos dice hoy a nosotros en Chile, porque no se trata de venir a darle un tributo al Santo Padre, sino de ver de qué manera eso lo vivimos hoy en nuestra vida”.
Recordó la invitación del Papa a vivir el Evangelio con un corazón cercano y humilde, como un pastor que tiene “olor a oveja”. En este sentido, comentó: “Francisco nos ha enseñado a ser menos eminentes y más servidores. Nos pide que nos preocupemos de los más pobres, de los enfermos, de los migrantes, de aquellos que están en la periferia de nuestra sociedad”.
Sobre la situación actual de la humanidad, el cardenal citó un fragmento significativo del Papa: “Los gritos de dolor de los más débiles no han sido olvidados. No se ha perdido ni una sola lágrima de aquellos que sufren por la guerra, la pobreza y la injusticia”.
Con estas palabras, el Arzobispo de Santiago invitó a los presentes a recordar el compromiso personal que tenemos con los más vulnerables. “¿Qué mundo le vamos a dejar a las futuras generaciones?”, preguntó, haciendo eco de la invitación del Papa Francisco a tomar en serio el cuidado de la creación y de las personas más necesitadas. “No esperemos que los demás actúen, sino que tomemos responsabilidad nosotros, cada uno desde su lugar”.
Un Papa con olor a oveja
Entre los miles de fieles que repletaron la Catedral, estaba el padre Sergio Naser, párroco de San José Obrero en Lo Espejo y con 50 años de ministerio sacerdotal, quien destacó:
“El Papa Francisco fue un ejemplo de humildad, de sencillez, de vivir el Evangelio realmente. Hizo todo lo posible por una Iglesia pobre al servicio de los pobres”, expresó con emoción.
Recordó también cómo Francisco hizo de la cercanía una forma concreta de evangelizar: “Me impresionó que llamara por teléfono a un sacerdote recién ordenado que tenía un cáncer terminal. Eso no es muy característico de un Papa… era servicial y muy humano”.
Para Mane, funcionaria pública presente en la misa, el Papa Francisco “llegó rápidamente a las comunidades más sencillas, que siempre rogaron por él cuando estaba enfermo. Su legado es renovador, porque nos invitó a ser una Iglesia con olor a oveja, una Iglesia que no actúe como una ONG, sino como la mano misericordiosa de Dios”.
Ambos fieles coincidieron en la fuerza de sus palabras, como aquella que se volvió emblema de su pontificado: “Los pastores deben tener olor a oveja”, una frase que para el padre Sergio Naser se volvió carne en su propia vida pastoral dedicada a acompañar personas con adicciones: “En vez de tener olor a oveja, tengo olor a tufo”, bromeó con ternura.
Francisco visitó Chile en enero de 2018, y su paso dejó huellas profundas. Su testimonio profético, su preocupación por la ecología integral, por una Iglesia sin privilegios y por una espiritualidad más encarnada y alegre seguirán iluminando el caminar de la Iglesia chilena.
Al final de la eucaristía, el Cardenal Fernando Chomali expresó en un punto de prensa que estaba profundamente conmovido por la presencia de tantas personas en la misa. Informó además que en los próximos días viajará a Roma para participar en los funerales del Papa Francisco y, posteriormente, representar a Chile como único cardenal en el cónclave que elegirá al nuevo pontífice. “Espero que el Espíritu Santo nos ilumine para elegir a alguien que siga el camino del Papa Francisco”, concluyó.