Cerca de 300 jóvenes confirmados vivieron una tarde de fe junto al Arzobispo de Santiago

El encuentro comenzó con una cálida acogida y una oración inicial en la que se invocó al Espíritu Santo, resaltando los signos de la confirmación como la crismación y la imposición de manos. Monseñor Chomali, en un diálogo cercano, entregó un mensaje catequístico destacando la misión que cada confirmado tiene en el mundo. "La fe es concreta, es fe con obras. El querer de Dios se materializa en justicia, fraternidad y esperanza, y eso es lo que debemos construir en nuestra vida diaria," señaló el Arzobispo durante su intervención.

Además, los jóvenes participaron activamente a través de preguntas, como:

• "¿Cómo podemos escuchar la voz de Dios en un mundo lleno de ruido y distracciones?"
• "¿Qué consejo nos daría para preparar nuestro corazón y vivir una peregrinación como una verdadera experiencia espiritual?"

En respuesta, Monseñor animó a los asistentes a buscar espacios de silencio y comunidad, recordándoles: "Dios confía en nosotros setenta veces siete. Más allá de nuestras fragilidades, su confianza es infinita y nos llama a caminar juntos en comunidad."

Durante el encuentro, varios jóvenes compartieron su experiencia y reflexiones:

• "Creo que este encuentro con el Obispo me ayudó a aclarar dudas y a fortalecer mi deseo de seguir el camino de Jesús y ser un joven de Dios," expresó Dana Peroso, de la parroquia Sagrado Corazón.
• "Bueno, para empezar la misión que yo creo que a mí me dieron es ser luz para los demás. Y a pesar de que hay momentos en los que es difícil ser luz, siento que esa misión yo la voy a obtener a través de las personas que son capaces de hacerme luz a mí. Entonces, a través de esas personas que me ayudan a ser luz, yo quiero ser la luz que esas personas fueron para mí," reflexionó Montserrat Ramírez, de la parroquia San José.

El programa también incluyó dinámicas grupales que motivaron a los jóvenes a reflexionar sobre cómo vivir su fe en la vida cotidiana y cómo ser piedras vivas dentro de la Iglesia. La jornada concluyó con un profundo momento de adoración al Santísimo, guiado por las Hermanitas del Cordero, que permitió a los asistentes renovar su compromiso espiritual.

Este encuentro destacó por su organización cuidadosa y su ambiente acogedor, permitiendo a los participantes vivir una experiencia significativa de fe y comunión arquidiocesana. La Iglesia de Santiago reafirma su compromiso de acompañar a los jóvenes en su camino de fe, recordándoles su llamado a ser testigos del amor de Dios en el mundo.