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Jueves 14 de noviembre de 2024

La Intercesión de María en las bodas de Caná: Modelo de confianza en la voluntad de Dios

En el día a día, nos enfrentamos a momentos de dificultad e incertidumbre. Ante esos desafíos, las enseñanzas que nos da la biblia nos recuerda que no estamos solos; en los momentos más difíciles contamos con la gracia y la intervención de la Virgen María y de su Hijo, Jesús.

Periodista: Nathalia Bolaños Rosero

Un claro ejemplo de cómo la intercesión de María y la presencia de Jesús pueden transformar nuestras vidas es el relato de las bodas de Caná, un pasaje que nos invita a reflexionar sobre el papel de la Virgen María en nuestra vida cotidiana, el valor del servicio desinteresado y la fe inquebrantable.

“Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Jesús le respondió: Mujer, ¿Por qué te metes en mis asuntos? Aún no llega mi hora. Pero su madre dijo a los sirvientes: Hagan lo que él les diga”

(Juan 2,3-5).

En este pasaje, María se presenta como una figura de intercesión, llevando nuestras necesidades ante su Hijo. Ella, con su mirada maternal, no se limita a observar la necesidad, sino que se convierte en instrumento de mediación, confiando en que Él puede proveer lo que falta. María nos enseña cómo interceder por los demás, presentando nuestras peticiones ante Dios con fe y confianza, sin dudar de su misericordia.

El simbolismo en este relato es profundo. Cuando el vino escasea en la fiesta, Jesús realiza un milagro no solo para solucionar una necesidad, sino para hacerlo en abundancia, transformando el agua en vino de la mejor calidad, mostrándonos cómo Él tiene el poder de transformar lo ordinario en algo extraordinario.

El papel de María como intercesora no se limita a un solo momento del Evangelio, sino que se extiende a lo largo de toda la historia de la salvación. En el momento de la cruz, cuando Jesús entrega su vida por nosotros, María permanece de pie, al pie de la cruz, compartiendo el sufrimiento de su Hijo.

Este mes de noviembre, dedicado especialmente a la Virgen María, es una oportunidad para profundizar en nuestra relación con ella como madre intercesora. La imagen de María nos llama a confiar en su amor y en su poder ante su Hijo. Ella nos muestra que, como madre, su tarea no es imponerse, sino acompañarnos, guiarnos y llevar nuestras necesidades al corazón de Dios.

En la intercesión de María, encontramos una invitación a la confianza plena en Dios, sabiendo que, como nuestra madre, ella siempre está dispuesta a escuchar nuestras peticiones y presentarlas con amor ante su Hijo. A través de su ejemplo, aprendemos a confiar más en la voluntad de Dios, sabiendo que, como en las bodas de Caná, Él siempre responderá con abundancia y generosidad.