Viernes 23 de agosto de 2024
Expertos analizaron en la Universidad Católica el documento “Dignitas Infinita”
Periodista: Marcia Vallejos O.
Monseñor Fernando Chomali G., arzobispo de Santiago y gran canciller de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), junto a Ana María Stuven, académica del Instituto de Historia de la PUC; y Luis Riveros, ex rector de la Universidad de Chile y vicepresidente de la Academia Chilena de Ciencias Sociales analizaron, reflexionaron y profundizaron sobre “Dignitas Infinita”, la declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre la dignidad humana.
En el panel, realizado el miércoles 21 de agosto en el aula magna de la casa central de la PUC, los expositores destacaron la actualidad del documento y la importancia de que se genere un compromiso cristiano al respecto.
Fernando Verdugo, académico de la Facultad de Teología y moderador del panel, recalcó la “enorme relevancia de la dignidad en todos los aspectos de la existencia humana. Desde el nacimiento hasta la muerte, pasando por las experiencias de guerra, pobreza y migración, entre otras”.
Por su parte, la académica Ana María Stuven llamó a “reconocer que la extrema pobreza es indigna. Es necesario hacer el esfuerzo de ponerse en el lugar del otro. Este documento es un diagnóstico, que no solo corresponde a un solo credo religioso, sino que a todos”, afirmó.
En tanto, el profesor Luis Riveros coincidió en que el documento “Dignitas Infinita” va más allá de la doctrina de la Iglesia. “La dignidad se encuentra en la base misma de las personas, no puede depender de lo que rodea a la persona. Este es un documento oportuno, para reflexionar cómo la humanidad se desenvuelve donde prima la violencia, el ideologismo extremo y donde existe ausencia de diálogo suficiente para abordar los temas valóricos más esenciales”, señaló.
Mons. Chomali: “La dignidad humana viene del amor de su creador”
Monseñor Fernando Chomali G., arzobispo de Santiago de Chile y gran canciller de la Universidad Católica, señaló tres tesis sobre la temática.
En la primera indicó que “el ser humano no se da dignidad así mismo. La dignidad humana viene del amor de su Creador que ha impreso los rasgos indelebles de su imagen. Podemos reconocer una dignidad a la luz de la razón”.
En segundo lugar señaló que “la dignidad de la persona humana se reveló en su plenitud cuando el Padre envió a su Hijo que asumió plenamente la existencia humana, pues estamos traspasados por la presencia de Cristo, del Verbo encarnado en cada uno de nosotros”.
Y en una tercera tesis recalcó que, la razón más alta de la dignidad humana “consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios. Es decir, con estas tres tesis podemos decir que existimos porque Dios nos ama, el amor es la razón última de nuestra existencia. ¿Y para qué existimos? Para encontrarnos con Dios”, afirmó.
Finalmente, el arzobispo de Santiago destacó que el aporte de la Iglesia, “es muy sencillo”. Pues la dignidad es intrínseca e inalienable, “pero también es una dignidad que se convierte en tarea. Es un don que tenemos en cuanto a imagen y semejanza de Dios. Una tarea que hay que expresarla y se manifiesta en plenitud, dice Teresa de Calcuta, o se empaña. Y esto se manifiesta a través de los actos humanos”, aseveró.
Este espacio de reflexión fue organizado por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana, la Facultad de Teología, la Revista Humanitas y la Biblioteca de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile.