Miércoles 11 de octubre de 2023
Catequistas se comprometieron a fortalecer su vida espiritual
Más de 800 agentes pastorales, que cumplen este rol en la Iglesia de Santiago, se dieron cita en el XI Encuentro Arquidiocesano, un espacio de celebración, formación y diálogo.
La alegría de los catequistas de la Iglesia de Santiago, se tomó el Espacio Riesco, la mañana del sábado 7 de octubre. Cientos de ellos se hicieron presentes, con plumeros, globos y poleras de colores, carcajadas y cariñosos saludos, era un momento especial, se disponían a vivir la versión número once de su Encuentro Arquidiocesano, una jornada que la han hecho propia y donde celebran ser acompañantes de la iniciación cristiana.
Es su gran fiesta y así la vivieron, acompañados por los cantos del coro Kerigma que los hizo alabar a Dios, desde la plena alegría, de esta misión de ser catequistas en la Iglesia de hoy.
Así lo vivió Sandra Carvacho, catequista la Zona Norte, quien llegó junto a toda su comunidad de la parroquia Santa Filomena, con globos y poleras celestes, calificando el encuentro de espectacular: “Me encanta este servicio y lo hago porque a mí Dios me ha bendecido mucho, yo he vivido la experiencia de Dios en mi vida y eso lo transmito en la catequesis, somos testimonio de vida”, señaló.
El encuentro se inició con un emotivo momento de oración, centrado en Jesús Maestro, pidiéndole al Señor que acompañará todo esta celebración.
Acto seguido, el padre Rodrigo Cordero, director del departamento de Catequesis del Arzobispado de Santiago, dio la bienvenida a los asistentes y les agradeció su presencia: “El Señor que nos ha llamado nos tiene aquí para celebrar nuestra vocación de anunciadores de la Pascua del Señor y acompañantes de la iniciación cristiana de tantos y tantas. Para llegar a este momento muchas voluntades se aúnan; muchas horas de trabajo se acumulan; muchos recursos materiales se disponen. ¡Gracias Señor!”, indicó el padre Rodrigo.
Catequistas acompañantes de la libertad y maestros espirituales
El momento formativo de este encuentro arquidiocesano, fue dirigido por el padre Manuel Jiménez, catequeta colombiano del Celam, quien abordó la identidad del “catequista como acompañante de la iniciación cristiana”, lema que inspiró esta jornada: “No se nace cristiano, sino que se hace(…) es una comunidad que sale, invita, anuncia, convoca y una persona, que en su libertad, se abre y acoge. Nos toca a nosotros, como le tocó a la Iglesia de los orígenes, acompañar esta libertad, tocar la libertad, tocar el corazón. Es importante entender que en la iniciación cristiana no hay edades para los sacramentos, pues los sacramentos acompañan el proceso espiritual”, enfatizó Jiménez, poniendo el foco en que la iniciación cristiana, debe hacerse con plena libertad.
El padre Manuel, también insistió en el tema de la formación de los catequistas, sobre todo en el ámbito espiritual, pues los concibe como unos mistagogos, como unos maestros, unos acompañante de la experiencia de Dios de las personas:
“Los itinerarios formativos de los catequista deberían ser verdaderamente una experiencia mistagógica. La tarea del catequista, va a sonar un reto para todos, es ser maestros espirituales. Uno piensa que un maestro espiritual es un monje, una persona perdida en el monte (…)pero fíjense, los que estamos aquí, mamás, papás, hombres, mujeres, que trabajan, que día a día toman el autobús, somos maestros espirituales. Esa es la tarea del catequista y ahora tenemos que formarnos, pues se trata de que uno y otro vivamos la vida en el espíritu", fue el desafío que les dejó el expositor, a los catequistas presentes.
Desafío muy valorado por el nuevo Vicario para la Pastoral de la Iglesia de Santiago, padre Álvaro Chordi, quien considera que lo expuesto por el padre Manuel, marca el camino hacia donde ir con los catequistas de la arquidiócesis: “La dimensión espiritual debe ser el centro de la labor catequética, junto a esta
la dimensión litúrgica-sacramental y catequética, pero lo primero es que fortalezcamos lo espiritual, porque los catequistas somos catequistas porque practicamos la mistagogía y la iniciación al misterio a las personas con las que estamos y por tanto es un camino espiritual el que recorremos” indicó el padre Álvaro, muy contento por lo vivido en este encuentro y por el compromiso de los catequistas, de esta porción de la Iglesia Chilena.
Compromiso como el de Marieli Olivares de la parroquia del Montecarmelo de la Zona Sur, catequista de la CFIVE, (catequesis para la familia) quien está muy feliz de ser parte de la iniciación cristiana de los niños : “Más allá de definiciones y sacramentos, nuestro acompañamiento es espiritual, es una iniciación para que en este caso los niños, quieran profundizar más adelante sobre esta experiencia de Dios o renovarse en la fe,” indicó Marieli.
El Arzobispo de Santiago, Cardenal Celestino Aós, no pudo estar presente en esta jornada, pero les envió un cariñoso saludo a los catequistas, agradeciéndole por su misión.
Este encuentro arquidiocesano, también tuvo un tiempo para el diálogo entre los asistentes, quienes se reunieron en grupos a reflexionar sobre lo expuesto en el espacio formativo. Además hubo un momento para una representación artística, donde se hizo referencia a situaciones desafiantes que enfrentan, a menudo, los catequistas.
Finalmente los más de 700 catequistas presentes en el Espacio Riesco y los 120 que participaron de forma virtual, recibieron una oración de envío, donde renovaron su compromiso como acompañantes de la iniciación cristiana y recibieron como signo, la "Cruz de Jesús Acompañante”, imagen que les va recordar que Dios es el protagonista principal del proceso de fe y que siempre los acompañará en su servicio como catequista.