Iglesia San Agustín-Convento Nuestra Señora de Gracia Santiago Centro

Con gran alegría y fervor, el sábado 13 de mayo finalmente tuvo lugar la tradicional Procesión del Cristo de Mayo, después de cuatro años en los que el "estallido social" y la pandemia lo impidieron. Con una asistencia multitudinaria de fieles, a las 16:00 horas, al sonar la campana mayor del templo San Agustín, la venerada imagen del Señor de la Agonía, tallada en 1612 por Fr. Pedro de Figueroa o.s.a., salió a la calle Estado en su antiguo carro procesional que data de 1806.

A pesar de las dificultades que representaban los puestos de vendedores ambulantes, como los obstáculos por trabajos en el pavimento y las ramas excesivamente largas de los árboles en el paseo Estado, la multitud devota condujo con delicadeza y cariño al Cristo de Mayo hasta la Plaza de Armas, entonando cantos religiosos y suplicando la divina protección de Nuestro Señor para la querida ciudad de Santiago.

Frente a la Catedral, la procesión se detuvo y se rezaron tres credos, como lo prescribe la tradición. Según las crónicas coloniales, el terremoto del 13 de mayo de 1647 duró tres credos rezados. El Pbro. Yuliano Viveros o.s.a., Párroco de El Buen Pastor de San Pedro de la Paz, Concepción, animó a los fieles durante el recorrido, junto a los miembros en formación de la Orden de San Agustín.

De regreso en el templo, la venerada imagen de Nuestro Señor ingresó al son del Himno Nacional, y los fieles llenaron cada rincón para participar en la Eucaristía, presidida por el P. José Ignacio Busta Ramírez o.s.a., Provincial de la Orden de San Agustín, y concelebrada por otros sacerdotes Agustinos.

El regreso de la Procesión del Cristo de Mayo a las calles de Santiago, fue recibido por cientos de fieles como un signo de esperanza y una clara muestra de que la fe está más viva que nunca en el fervor del pueblo fiel. La iglesia valora y se alegra al celebrar sus tradiciones religiosas.