Click acá para ir directamente al contenido
Artículo

Lunes 10 de abril de 2023

Cardenal Aós invitó a los fieles a orar por la paz en la Vigilia Pascual

Celebró la Fiesta de Resurrección del Señor, en la Catedral Metropolitana, donde también invitó a los asistentes a renovar sus promesas bautismales e indicó que, con la gracia de Jesucristo “se puede ser un instrumento de paz en medio de una sociedad violenta”.

La solemnidad de Pascua, la noche del sábado 8 de abril, comenzó con una Catedral Metropolitana a oscuras, en que los diáconos y presbíteros, encabezados por el Arzobispo de Santiago, caminaron en procesión hacia el Altar. La luz de las velas y las voces que clamaban “luz de Cristo”, marcaron el primer hito de esta celebración, que se complementa con el solemne canto del pregón y la extensa Liturgia de la Palabra, que recorrió todo el plan de salvación, desde la creación del mundo, pasando por los hechos salvíficos más importantes del pueblo de Israel. 

 

El paso del Antiguo Testamento al Nuevo Testamento, se realizó con el canto del “Gloria”, canto pascual por excelencia de los cristianos. Momento que sirvió para oír el repicar de las campanas de la Iglesia Catedral y el encendido de las luces del templo, que anunciaban la Resurrección del Señor. 

 

El triunfo de la vida sobre la violencia y el miedo

 

La homilía del Arzobispo de Santiago, comenzó con una profunda reflexión en torno al miedo y sufrimiento humano, que se traduce por el sentimiento de las mujeres que fueron al sepulcro tras la resurrección del Señor. Ellas “sufrieron una violencia terrible” por el calvario de Cristo, que no dista de lo que se vive durante estos días, en que se sufre por “la violencia de los delincuentes y asesinos que ya no están lejos, sino que, actúan en nuestro barrio. La violencia de quienes nos amenazan”, indicó.

 

“¿Cómo no vamos a tener miedo? La violencia es mala, porque precisamente es eficaz sobre las víctimas, pues logra lo que pretende. La violencia quería matar a Jesús y logra matarlo”, agregó el Cardenal. Sin embargo, a través de esta celebración y lo vivido durante este tiempo cuaresmal, monseñor Aós, manifiesta el triunfo de la vida sobre la muerte y felicitó a los fieles, porque han llegado esta noche para celebrar esta fiesta, renovando su compromiso bautismal: “Celebremos a Jesucristo que ha vencido con su amor al pecado, al odio, a la violencia y a la muerte (…) yo les felicito porque ustedes quieren estar entre los aventurados que trabajan por la paz. Con la gracia de Jesucristo, se puede ser un instrumento de paz en medio de una sociedad violenta”.

 

El amor es la gran fuerza, es Pascua de Resurrección

 

Finalmente, asegura que nadie puede decir que es pacífico si no hace su aporte por la paz, “que es participar de las celebraciones sociales, participar de las elecciones con información y responsabilidad, buscar acciones o comportamientos para superar diferencias entre los familiares, vecinos, compañeros. No son pacíficos los que se visten de slogans y etiquetas. Son pacíficos los que construyen la paz, y además de poner nuestras acciones, debemos orar por la paz”.

 

Jesús está vivo y es Él quien nos abraza y da fuerza para ser Iglesia. A lo largo de estos días, acompañemos con nuestras oraciones y buenos ejemplos a los hermanos y hermanas. que en esta noche santa se han unido a la Iglesia por el bautismo”, culmina su reflexión, monseñor Aós.

 

Voces de esperanza pascual

 

Sarita Rojas acudió junto a sus hijos y su madre para participar de la Vigilia Pascual. Nacida en Perú y con más de 18 años en nuestro país, esta celebración le remite a los recuerdos de su infancia. “Deseamos seguir llevando la tradición al Señor, por medio de la Palabra, para que ellos puedan seguir prolongando esto. Hay muchas personas que se alejan, pero nosotros como católicos queremos seguir llevando al Señor, con nuestros hijos y nietos, tal como el Señor nos encomendó”.

 

Rosa Ossandón, pertenece a la cuarta comunidad neocatecumental de la parroquia San Joaquín, en Renca. Lleva 26 años de camino y en la noche de Pascua renueva sus promesas de bautismo junto a sus hermanos en la fe. “Es una maravilla cómo personas, de diferentes realidades, nos podemos amar como hermanos. Esto, para nosotros, como comunidad es una Iglesia viva y hoy estamos acá, renovando nuestro bautismo y hacemos llegar esta dicha a todos los hermanos, a todos quienes sufren, a todas las mujeres maltratadas, a todas las prostitutas, a todos los presos y en especial, a todos los sacerdotes y toda la Iglesia, quienes, si no fuera por ellos, no estaríamos acá”, expresó.