Martes 21 de junio de 2022
En el día de Corpus Christi, cardenal llamó a encontrarnos en la fe
Esta solemnidad de la Iglesia Católica, que resalta la presencia real de Jesucristo en el sacramento de la Eucaristía bajo las formas de pan y vino, se celebró esta vez en la parroquia del Santísimo Sacramento o Iglesia de los Sacramentinos, de calle Santa Isabel.
Por: José Francisco Contreras
El templo, construido con un diseño semejante al de la Iglesia del Sagrado Corazón (Sacré Coeur) de París, se repletó de fieles, representantes de las diversas pastorales de la parroquia y de movimientos que centran su espiritualidad en la devoción eucarística, con una inmensa mayoría de venezolanos, que copan poco más del 90% de la vida parroquial.
El Arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós, entregó una homilía con un contenido catequético respecto de la Eucaristía y sus diversas partes, a la que señaló como “el sacramento de nuestra fe”. En la misa, dijo, “los bienes que se ofrecen son auténticas ofrendas al Señor, y siempre debe haber una parte que se ofrezca y sea entregada a los pobres”.
Más adelante el pastor indicó que “como comunidad cristiana queremos avanzar juntos, en sinodalidad”, la que no se reduce, precisó, “a encontrarse, escucharse, intercambiar pareceres y aun aportar con nuestro voto. Todo eso importa, pero tenemos que encontrarnos en la fe, como hijos del Dios Padre y hermanos de los otros; de los buenos y de los no tan virtuosos, como hizo Jesús”.
Opciones anti evangélicas
Luego se refirió a las incoherencias que se dan a veces entre los cristianos: “Me llamo cristiano y después hago elecciones y apruebo conductas que son anti evangélicas, porque Jesús ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia. Y yo apruebo opciones de muerte y menosprecio para hermanos”.
En esta fiesta del Corpus, el cardenal Aós invitó a dar gracias a Dios “porque nos ha permitido reunirnos, porque nos regala la Eucaristía”. Animó a que “tomemos conciencia de nuestra dignidad de bautizados”. Que esta fiesta de Corpus, concluyó, “nos anime y ayude: Jesucristo está con nosotros”.
Terminada la liturgia, la comunidad parroquial organizó un breve recorrido por las calles aledañas al templo, con la custodia que contenía la Hostia consagrada, con la cual el arzobispo impartió la bendición a los vecinos del sector.
Luis Acosta, coordinador pastoral, comentó durante este trayecto el hecho de que “después de dos años de pandemia hemos podido salir con el Señor Sacramentado por las calles de nuestro barrio. Es para nosotros un momento de alegría, de encuentro, un momento para pedirle al Señor por nuestras familias, por los migrantes y, sobre todo, encomendar estos procesos que estamos viviendo, el proceso constituyente, para que se desarrolle en paz, en armonía, que sea un signo de encuentro entre todos los chilenos”.
La corta caminata tuvo dos paradas, en las cuales hubo breves reflexiones acerca de los jóvenes y la familia. Y concluyó de regreso al templo con la bendición final, impartida por el cardenal Celestino Aós. La Eucaristía estuvo concelebrada por el vicario de la Zona Centro, padre Francisco Llanca; el párroco, padre Julián Acevedo; otros sacerdotes y diáconos y los centenares de fieles y diversas comunidades, que celebraron con entusiasmo y devoción esta solemnidad.