"Callejeros de la fe": la alegría de los jóvenes al transmitir el Evangelio

Un total de 435 estudiantes de 36 colegios de la Región Metropolitana llenaron con cantos, bailes y la alegría de vivir su fe en Cristo los amplios espacios deportivos del Estadio Marista, ubicado en la comuna de Estación Central, en el retorno a la presencialidad del encuentro de los "Callejeros de la Fe", jóvenes que llevan el entusiasmo por seguir a Jesús en sus comunidades educativas y sus famiilas.

El evento había sido suspendido en los últimos años debido a la pandemia. El jueves 19 de mayo, los participantes pudieron reunirse cara a cara y vivir una vibrante jornada de actividades preparada por la Vicaría para la Educación.

Los y las estudiantes fueron acompañadas por 55 profesores y directivos docentes de distintos establecimientos capitalinos. Un rol importante fue el que cumplieron alumnos y alumnas del Colegio Premilitar "Héroes de la Concepción", quienes con sus impecables uniformes colaboraron con la organización del evento.

Veinte animadores, quienes en años anteriores vivieron la experiencia de ser Callejeros de la Fe, fueron los encargados de conducir el encuentro.

Durante el desarrollo de la jornada, los participantes se reunieron en grupos para reflexionar sobre distintos temas relacionados con las maneras como se viven la fe y la juventud en el mundo de hoy.

ENTUSIASMO POR SEGUIR A JESÚS

El Vicario para la Educación, padre Andrés Moro, explica que Callejeros de la Fe nació de la Jornada Mundial de la Juventud que el Papa Francisco encabezó en Río de Janeiro en 2013, a inicios de su pontificado.

"A partir de ahí, la Vicaría para la Educación ha trabajado con los distintos colegios del Arzobispado, y también con comunidades catóicas, para pder mantener ese espíritu de tener un encuentro juvenil que ayude a los jóvenes católicos de cada colegio a poder vivir su fe con mayor intensidad", señala.

"Hay que entender que las comunidades educativas catóicas están abiertas a toda persona que quiera vivir su proyecto educativo, pero que en ocasiones no necesariamente son personas de fe. Entonces, este espacio ayuda a fortalecer la fe de quienes están hoy en los colegios para poder animar y levantar mucho más entusiasmo por seguir a Jesús", añade.

El padre Andrés agrega que encuentros y actividades como esta permiten mostrar otra cara de la juventud estudiantil, en un contexto en que existe preocupación en las comunidades escolares por fenómenos como el de la violencia en los espacios educativos.

"Los jóvenes no son un problema, sino la solución. Ellos no son el futuro, sino el presente de un cambio. Este encuentro nos quiere mostrar otra cara de una situación que es compleja, y nos demuestra la positividad de muchísimos jóvenes que quieren construir, con otros y otras personas de su edad, el Chile de hoy y del futuro", enfatiza.

Coincide con este aspecto la hermana Stephanie, "Titi", integrante de la Pastoral del colegio San José de la Preciosa Sangre de Quinta Normal. "Los Callejeros de la Fe ayudan en esto, porque permiten a los jóvenes compartir las realidades que viven en sus establecimientos, se ven reflejados y pueden ayudarse a buscar soluciones concretas a sus problemas, entre todos", señala.

“Lo encuentro súper positivo para las vidas de estos jóvenes, para la reintegración a la presencialidad. Les hace muy bien a los chicos, ya que han estado muy encerrados y necesitan salir de ellos mismos y poder compartir con los demás", asevera.

Tomás Henot, estudiante del Instituto Presidente Errázuriz, coincide en lo positivo de intercambiar experiencias con otros jóvenes. "Hablando sobre el tema del buen trato, esta charla sirve caleta y son bastante reflexivas y te dejan una sensación de querer hacer un cambio en el país a largo plazo, y en el colegio a corto plazo", dice.

"Aprendimos que si quieres apoyar a alguien tienes que apoyarte a tí mismo, ya que si no hay suficiente estabilidad en ambos no puedes resolver nada", añade Julieta Ramírez, del Liceo San José de la Preciosa Sangre.

Félix Colina, del Instituto Presidente Errázuriz, reconoce que siente que "en esta sociedad actualmente no estamos tan humanizados, por nuestro individualismo y falta de unión, por nuestra falta de conocer otras realidades y dejar de ser ignorantes y decir: estas personas pasan cosas como yo".

"Deberíamos intentar acercanos a esa persona y decirle no 'cómo estás', sino 'cómo te sientes' y que nos importe el otro", agrega.