Mensaje de Pascua de Resurrección de Cardenal Celestino Aós

Jesús nos ha demostrado que es posible amar hasta dar la vida por el otro, Jesús nos ha demostrado que se puede perdonar hasta a los enemigos, Jesús nos ha asegurado que la muerte no es nuestro final. Jesús ha resucitado. No necesitamos mucha palabra para los grandes hechos y mensajes. Necesitamos reflexionarlos y sacar enseñanzas: el ángel anuncia la resurrección a las mujeres: “no tengan miedo. Yo sé que están buscando a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Vayan pronto y digan a los discípulos: Ha resucitado, y va a Galilea para reunirlos de nuevo; allí lo verán. Esto es lo que yo tenía que decirles”.

Esto es lo que yo tengo para decirles ahora: Jesucristo ha resucitado. Jesús ha resucitado. Lo repetiremos una y otra vez en este tiempo de Pascua: Verdaderamente ha resucitado el Señor.  ¿Qué anda buscando usted? ¿Un camino y un código de convivencia? ¿una sanación para las heridas de su alma? ¿alguien que le libere de sus pecados? Venga a Jesucristo y su Evangelio.

Jesús murió, Jesús resucitó y la sociedad siguió en sus negocios, en su corrupción, en su violencia, extorsionando y robando especialmente al pobre; los enfermos seguían al borde de los caminos en las puertas del templo. Aparentemente nada había cambiado. Pero había una levadura que fermentaba la masa, una luz que iluminaba las tinieblas, una vida que vencía a la muerte, un amor que se sobreponía al egoísmo.

Pasa esta Semana Santa. ¿en qué ha cambiado Chile? Aparentemente en nada: pero sé que con Jesús resucitado hay personas empeñadas en construir la civilización de la vida frente a la muerte, la de la verdad frente al engaño, la de la honradez frente a la corrupción, la de la paz frente a la pelea y la guerra… ¡hay tantas personas buenas en Chile! ¡Con la fuerza de Jesús nos enseñan que hoy es posible amar y buscar caminos de convivencia, se puede perdonar!… Lo cierto es que, sobre la mentira, sobre la corrupción, sobre el odio y la revancha, sobre la injustica no se construye un Chile mejor. Importa saber en qué grupo está usted, y qué coherencia tiene porque no vale encender una vela a Dios y otra al diablo.

Esta Pascua de Resurrección es valiosa y vital, aunque parezca que nada está cambiando, Jesús deja levadura, luz, gracia, tarea de amar. Muchas veces consideramos a la Virgen del Carmen en sus dolores; considerémosla ahora en su alegría ¿quién ha tenido una alegría más grande en la Resurrección de Jesucristo? Le deseo a usted y a los suyos, una feliz Pascua de Resurrección donde usted sea levadura y luz. Paz y bien.

Celestino Aós

+Cardenal Arzobispo de Santiago