Viernes 15 de abril de 2022
Masivo fue el retorno del Vía Crucis presencial en Colina
Gran número de familias participaron en este recorrido, realizado en esa comuna al norte de la Región Metropolitana, que rememora la Pasión y muerte de Jesús, el que concluyó con una representación de la Pasión y Muerte de Cristo realizada por jóvenes que preparan su Confirmación. Caminatas similares se realizaron este viernes a lo largo de Chile.
Fotos: Nibaldo Pérez
Periodista: Felipe De Ruyt
La fría noche de Colina no disminuyó el fervor de quienes participaron en el Vía Crucis realizado este Viernes Santo en el sector de Esmeralda de esa comuna. El recorrido, efectuado en las calles de la localidad, fue encabezado por el Arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós, y fue seguido por alrededor de dos mil personas.
Estuvieron presentes la alcaldesa de Colina, Isabel Valenzuela; el párroco Jorge Osorio, junto a sacerdotes, diáconos e integrantes de Parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Esmeralda, e integrantes de comunidades locales. Se unieron cuasimodistas con sus vestimentas típicas, quienes custodiaron el paso de la procesión.
En el desarrollo del Vía Crucis, que comenzó cerca de las 19:00 horas, el Cardenal Aós, la alcaldesa de Colina y religiosos de la comuna cargaron una cruz en distintos puntos del recorrido.
Durante la extensa caminata, realizada bajo una luna llena propia de Pascua, las a esa hora silenciosas calles de este sector situado al pie de los cerros y al norte de Colina se llenaron de rezos y cánticos al paso de los caminantes, muchos de ellos con velas en las manos. El momento culminante del Vía Crucis tuvo lugar a las 21:27 horas en el cerro Esmeralda, en cuya ladera se realizó una cuidada y emocionante representación de la Pasión que duró 27 minutos.
En ella participaron jóvenes de Esmeralda que están preparando su Confirmación, quienes caracterizaron a Jesús, los legionarios romanos y los habitantes de la Jerusalén bíblica, a pie y a caballo y bajo espectaculares juegos de luces.
"Sí a la vida"
El Arzobispo de Santiago subrayó la reflexión de los fieles en cada detención. Así, en la Cuarta Estación pidió "por las mujeres, para que digan sí a la vida", y para que brinden "las muestras del amor fraterno que saben compartir con los demás". También pidió por la paz en el mundo y en Chile.
Más tarde, al dirigirse a los presentes al final de la ceremonia, el Cardenal Aós llamó a los fieles a profundizar su compromiso con la fe. "Cuando veamos la Santa Cruz tenemos que renovar en nosotros esa certeza que nos hace cristianos: Jesús me amó y se entregó a la muerte por mí, y sentirnos queridos por Dios", enfatizó.
"Jesús ha sembrado y nosotros somos esa semilla", continuó. "¿Se puede hoy ser bueno en Chile?¿Se puede hoy amar en el mundo? Sí, y tenemos nosotros que ser luz".
"Cuando otros creen que en la violencia, que en el descrédito y en tantas formas de pecado se encuentra la liberación, nosotros tenemos que ser buenos, y con nuestra conducta y con nuestras palabras tenemos que ser la levadura en la masa. ¿Quién va a traer honradez a Chile?¿Quién va a traer verdad, justicia y respeto a la vida humana?¿Quién va a traer una familia mejor?", se preguntó.. "Hermanos y hermanas de Esmeralda: ustedes tienen que ser luz, tienen que ser levadura", recalcó.
Del mismo modo, celebró la participación y dedicación que los jóvenes de la comunidad desplegaron en la preparación y realización de la ceremonia que revivió la Pasión.
"Hermanas, hermanos: que la Virgen Dolorosa vele nuestro sueño. Que ella sostenga nuestra esperanza. Ella esperó contra toda esperanza y vio la Resurrección", concluyó.
La alegría del centurión
Uno de los participantes en la representación bíblica, Carlos Celedón, ajustaba su armadura completa de "centurión" mientras organizaba su compañía de jóvenes legionarios. "Tiene mucho significado hacer todo el recorrido de la Pasión del Señor. Y algo, quizá, me ha querido decir el Señor al tocarme este rol de centurión: lo averiguaremos en el camino", dijo.
Al mismo tiempo, este ministro de la Palabra en la Parroquia de Esmeralda destacó la voluntad y alegría de los adolescentes que actuaron en el Vía Crucis.
"Estos chiquillos están en el primer año de Confirmación. Se han visto muy cohesionados y les cuesta poco hacerse de amistades. Estuvimos ensayando hasta las 10 de la noche, con mucho ánimo y con la energía que los caracteriza", agregó.
Un poco más allá, luciendo su impecable vestimenta de cuasimodista, Sergio Zavala expresó su alegría y la de sus compañeros por volver a la presencialidad en Semana Santa.
"Nosotros año a año nos congregamos en todas las peregrinaciones que hay acá en Colina. Nos impulsa el tema de la fe, de la reconciliación y el amor entre las personas, sobre todo después del estallido social y la pandemia", afirmó. "Unión, esperanza y amor. Eso es lo que necesitamos como país", agregó.
Zavala, quien es dirigente de la Agrupación Esmeralda de los Cuasimodistas de Colina, también adelantó detalles de la fiesta que se celebrará en poco más de una semana, el domingo siguiente al de Resurrección.
"Nos estamos preparando de una manera distinta, por la pandemia, las distancia social y el tema de cuidarse", señaló. Añadió que esperan que unos 2 mil jinetes participen en el primer Cuasimodo luego de la pausa forzada por el virus.
"El mensaje para la gente que va a estar presencial es que tengan los cuidados correspondientes, respeten las vallas papales y ayuden a Carabineros y a los organizadores, y también los invitamos a orar, a estar con Dios", manifestó.
Ayuda del municipio y alta participación
El diácono Rodrigo Montes destacó la masiva concurrencia de los habitantes de Esmeralda en el Vía Crucis, que durante dos años no se pudo realizar presencialmente. "Ha sido una alegría poder retomarlo. Hay mucho apoyo de la gente, de diversos grupos de la comunidad, y esperamos que esta tradición continúe creciendo", señaló.
De la misma manera, al igual que el párroco Osorio, agradeció especialmente la importante colaboración que brindó la Municipalidad de Colina, "Sin esa ayuda, quizá esto no se habría podido realizar como se hizo", reconoció.
"Esta es una expresión de fe. Todas las actividades de Semana Santa han estado muy concurridas y esto ha sido una expresión más de esa sed que tiene la gente de reencontrarse y de acercarse más al Señor. Es una expresión de fe muy honda", explicó.
Contemplación y meditación
El Vía Crucis, que significa “El camino de la Cruz”, es una devoción que se centra en los Misterios Dolorosos de Cristo. Caminando y deteniéndose en las estaciones que van desde el Pretorio al Calvario, los participantes tienen la oportunidad de contemplar y meditar sobre la Pasión de Jesús.
Este recorrido ceremonial tiene catorce estaciones, que comienzan con las siguientes: “Jesús es condenado a muerte”; “Jesús carga con la Cruz”; “Jesús cae por primera vez”; “Jesús se encuentra con su madre”; “Jesús es ayudado por el cireneo”; “Verónica limpia el rostro de Jesús” y “Jesús cae por segunda vez”.
El Vía Crucis continúa con las estaciones “Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén”, “Jesús cae por tercera vez”, “Jesús es despojado de sus vestiduras”, “Jesús es clavado en la Cruz”, “Jesús muere en la Cruz”, “Jesús es bajado de la Cruz y puesto en los brazos de su madre” y “Jesús es sepultado”.
Esta práctica devocional tiene precedentes muy antiguos. Silvia Egeria (o Etheria), peregrina española hispanorromana del siglo IV, describe en su texto “Peregrinatio” el recorrido que los fieles de Jerusalén hacían en esa época por el camino del Calvario durante la Semana Santa.
Lee el mensaje de monseñor Aós aquí