Opinión: Nos cuidamos en comunidad

Después de dos años con una escolaridad no presencial, los estudiantes vuelven a verse y escucharse en directo y algunos, los más chiquititos, experimentan por primera vez el compartir con pares, tener horarios fuera de la casa y todo lo que conlleva la socialización.

Esta “vuelta”, que es deseada por todas y todos, tiene un peso psicoemocional que debe ir de la mano con la prioridad de recuperar aprendizajes, una de las orientaciones pastorales 2022 de la Vicaría para la Educación (VED). La salud mental y emocional forma parte del aprendizaje. La “Guía de Salud infantojuvenil para comunidades educativas” , disponible en internet, se confeccionó en equipo por profesionales de la VED, la Mesa Psicosocial -vinculada a la VED- y la Vicaría Laicos Familia y Vida, como ayuda para prevenir, detectar tempranamente y realizar un primer manejo de situaciones en el ámbito de la salud mental y socioemocional de niños, niñas y adolescentes.

Además, contiene un listado de redes de apoyo. Durante las concatenadas cuarentenas vividas desde marzo del 2020, los colegios nunca cerraron aunque las clases fueran online: mantuvieron presencia física y mínimos de atención. Muchos docentes y directores visitaron a los estudiantes que no se conectaban a las clases y descubrieron realidades de distintos grados de vulnerabilidad, y ellos mismos gestionaron recursos y donaciones para entregar equipos y lograr conectividad.

También se organizaron campañas de alimentos, muy de la mano con la Vicaría de la Pastoral Social Caritas a través de Contigo Hermano. Es importante hacer memoria agradecida de cómo enfrentamos la crisis en los colegios, no solo por lo que significa en términos sanitarios, sino sobre todo porque el hecho de cuidarnos mutuamente entraña aprendizajes que nos marcan para toda la vida.