Nuncio Apostólico en Chile: “La guerra en Ucrania nos duele”

Con gratitud y oración, la parroquia Santos Apóstoles, tomó la acción del Papa Francisco de consagrar a los países de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Es por ello, que este domingo 27 de marzo, la comunidad parroquial participó de una masiva eucaristía, celebrada por el Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Alberto Ortega.

En su homilía, el Nuncio Apostólico, señaló que la “Cuaresma nos invita siempre a la conversión y los acontecimientos de la vida nos invitan también a esta conversión. La guerra en Ucrania nos duele. Le duele al Santo Padre, le duele a toda la Iglesia y a todo el mundo. No unimos en oración pidiendo la paz, el perdón y la misericordia”, clamó.

Luego, monseñor Alberto Ortega, a la luz del evangelio de este domingo (Lucas 15, 1-3.11-32), sobre el Hijo Pródigo, manifestó que es una parábola que nos conmueve, “porque, tal como dice el Papa, es verdadera, que nos lleva a corazón de Dios, ese corazón que siempre perdona con compasión. Dios perdona siempre y somos nosotros los que nos cansamos de pedir de perdón, pero Él perdona siempre. Acojamos la misericordia de Dios y dejémonos transformar”, dijo.  

Posteriormente, recordó a la asamblea presente, las palabras del Papa Francisco al momento de consagrar al mundo, a Rusia y a Ucrania al Inmaculado Corazón de María. “Si queremos que el mundo cambie, primero debe cambiar nuestro corazón. La guerra no puede ser anticlerical, no debemos acostumbrarnos a la guerra. Debemos convertir la indignación de hoy en el compromiso de mañana, porque nos debe cuestionar para que acojamos la misericordia y para que no entre la violencia en nuestro corazón”.

Por último, animó a la comunidad de la parroquia Santos Apóstoles a volver a Dios por medio de estos acontecimientos tan duros para toda la humanidad. “El único que elimina el mal, que saca el rencor del corazón y devuelve la paz al corazón es Dios. Volvamos a Él, a su conversión y volvamos a su perdón”, pidió. 

Para el padre Francisco Herrera, párroco de Santos Apóstoles, la visita del Nuncio Apostólico “hace presente en medio de nosotros, las palabras y las intenciones del papa Francisco. En modo particular, en este tiempo de guerra y de inestabilidad mundial, acogemos las intenciones del Santo Padre de rezar por la paz en el mundo y con gusto lo hacemos en esta eucaristía”.

Además, el párroco, afirmo que “creemos que el Señor tiene poder para hacer milagros, y por eso a Él recurrimos con fe, sabiendo que está vivo en medio de esta generación”, rogó.

La concurrida eucaristía en la parroquia Santos Apóstoles, culmino con los niños y niñas de Catequesis, depositando flores a los pies del altar de la Virgen por como un signo de petición de paz para el mundo.