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Viernes 25 de marzo de 2022

Cardenal Aós: “La guerra nos lleva a la deshumanización más grande”

El Arzobispo de Santiago realizó este viernes 25 de marzo, el acto de consagración mariano de Rusia y Ucrania, en una emotiva Eucaristía desde el Santuario de la Inmaculada Concepción, en el Cerro San Cristóbal. En este lugar, instó a los fieles a cooperar por medio de una colecta para ir en ayuda de las víctimas de la guerra, el próximo 24 de abril.

Fotos: Nibaldo Pérez

Periodista: Danilo Picart - Andrés Labrín

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

La procesión de sacerdotes y obispos, encabezados por el Cardenal Arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós, camina hacia el altar ubicado a los pies de la Virgen de la Inmaculada Concepción. Desde este lugar, que custodia a toda la capital de Chile, la Iglesia de Santiago se une al acto de Penitencia, para implorar la paz y consagrar al Corazón Inmaculado de María a la humanidad entera, en especial por los países de Rusia y Ucrania.

La celebración, fue transmitida a través de las redes sociales de Iglesia de Santiago y contó con la presencia del representante de la Iglesia ortodoxa del patriarcado de Antioquía, Cristian Silva; la directora general del Ceremonial y Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores, Manahi Pakarati Novoa; la esposa del embajador de Portugal, María Luisa Roche; y el secretario de la Nunciatura Apostólica en Chile, Padre Riyyan Chaves Mendoza.

Manteniendo las medidas sanitarias, los fieles que visitaron el santuario pudieron oír la homilía del Arzobispo de Santiago, quien, centrando su mirada hacia la Inmaculada Concepción, indicó que, como hijos, debemos elevar nuestros ojos a ella, especialmente en este tiempo de aflicción. “Y es inevitable: aquí nos encontramos con la Virgen María y aquí nos encontramos con nuestros compatriotas porque, si no nos ciegan las nieblas o la contaminación, desde aquí escuchamos el ruido del vivir y trabajar, desde aquí miramos a la ciudad y por Ella rezamos”.

“Nuestros oídos tienen ecos de los países Ucrania y Rusia”

El Cardenal prosiguió con su reflexión, manifestando que necesitamos urgentemente su ayuda materna en esta hora de tribulación. “Hoy desde aquí nuestros ojos miran más lejos, nuestros oídos tienen ecos de los países Ucrania y Rusia, aunque también hay otros países en guerra y también por ellos oramos”. Más tarde, profundizó en esta plegaria, pues la pandemia “nos ha desafiado en nuestro precario orden y convivencia; la injusticia sostenida nos llevó al estallido de violencia; la guerra nos lleva a la deshumanización más grande y además de amenazar y romper la convivencia y la paz social nos amenaza con una destrucción global”.

Madre: hay una palabra que pensábamos y quisiéramos borrar de nuestro vocabulario: la violencia, la guerra” asegura monseñor Celestino Aós, y pese a que “algunos piensan que no debemos rezar así, porque nosotros no estamos en guerra ni pensamos estar en guerra, hay violencia y hay guerras entre vecinos, entre compañeros de colegio, entre familiares, en la Araucanía y en el Norte, entre los inmigrantes y entre los nativos”, expresó.

24 de abril: Llamado a colecta para ayudar a las víctimas de la guerra 

Nuestra oración quiere ser un “grito de la Iglesia universal, que en este momento dramático lleve a Dios, por mediación de la madre suya y nuestra”, prosiguió monseñor Celestino y finalmente convocó a los fieles de la Iglesia de Santiago a un compromiso concreto con las víctimas de la guerra en Ucrania: “el domingo 24 de abril, domingo de la Divina Misericordia, haremos una colecta en dinero para acudir en su ayuda. Cada día constatamos sufrimiento y destrucción mayores, y la situación empeora, y hay que subsistir precariamente, inhumanamente, porque lo destruido no se recupera fácilmente”.

Voz de los fieles por la paz

Anita Burgos: El corazón se queda lleno de alegría y esperanza, porque creo en las promesas del Señor y en las promesas de la Virgen de Fátima y que cuando uno le pide a Dios, El responde en sus tiempos. Es una plegaria para el mundo entero. Vivimos en un mundo muy convulsionado, tomado por el mal y hace falta que Dios vuelva al corazón de las personas”.

Nelson: “Tenemos la obligación como cristianos y es nuestro compromiso  a sumarnos a lo que nos ha invitado el Papa, en especial por lo que ocurre en Ucrania, Rusia y en otras partes del mundo. Es un llamado a la paz que abarca y no basta con un día. Es un proceso de construcción por la paz”

Hna. Teresita Suequin, de las hermanas de San Juan Bautista: “Debemos unirnos con toda la Iglesia, con nuestro Santo Padre y es importante rezar. Yo he asumido el rezar todo el día por este país y oro por la paz en el mundo. Es muy bueno que estemos rezando todos, y es importante que todos los cristianos se sumen en distintos lugares del mundo”.