Roberto Bravo lidera oración cantada por la paz en la Catedral

"Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón", dice el inicio de la oración de San Francisco de Asís. Este rezo inspiró el concierto realizado por el pianista Roberto Bravo la tarde del miércoles 16 de marzo, en la Catedral Metropolitana.

Este acto por la paz comenzó con el encendido del Cirio de Chile y la invitación del Arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós, a ser hacedores de paz en nuestros entornos más cercanos.

"Procuremos, cada uno de nosotros, ser instrumentos de paz. La paz es un anhelo del corazón de todos los seres humanos, pero a veces no sabemos resolver los conflictos por el diálogo y pueden llegar estas atrocidades que son las guerras. Todo lo que hagamos para cultivar la paz en nuestros corazones es importante", enfatizó.

"Cada uno de nosotros debe preguntarse qué hago yo por la paz en Chile, en mi familia y por mi propia paz. Este concierto es un camino para promover la paz y, con la música, elevar a Dios una oración de compromiso por la paz”, añadió.

Bach y Vivaldi

Durante el  primer bloque, Roberto Bravo interpretó a Bach y Vivaldi, grandes maestros que compusieron música inspirados por la paz. Continuó su presentación con obras de autores contemporáneos e inspiraciones nacionales, como "La pajita",  con textos de Gabriela Mistral. Finalizó con la interpretación en piano de la canción "El derecho de vivir en paz" de Víctor Jara.

Entre las asistentes estaba Natalia Pinto (31), quien manifestó su gratitud por haber podido estar presente. ”Me parece muy interesante que  este concierto esté abierto a toda la gente que está pasando y quiera escucharlo. Es un espectáculo de gran envergadura y gratuito y, además, aquí en la Catedral, donde se genera este clima de paz que anhelo que llegué a Rusia y Ucrania”, expresó.

“La guerra es un horror"

Roberto Bravo expresó su agradecimiento al Arzobispado de Santiago por acoger esta iniciativa que une la música con la búsqueda de la paz.

“Desde Chile, como artista, quiero enviar un mensaje de amor y solidaridad hacia Ucrania y Rusia, que están perdiendo a sus hijos en una guerra que no tiene ningún sentido. Acá hay un grito de dolor de las madres ucranianas y rusas. La guerra es un horror y nosotros, desde el arte, sólo podemos cooperar con un mensaje espiritual que nos dejaron tantos compositores que hemos interpretado esta noche”, resaltó.

El concierto tuvo entre sus organizadores a la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), donde el célebre pianista chileno es profesor. Dicha casa de estudios ha acompañado al músico en la iniciativa de brindar este tipo de presentaciones en iglesias de la capital.

“Para nosotros es muy importante patrocinar estas actividades, ahora por causa del pronunciamiento en contra de la guerra que está ocurriendo en Ucrania. La música une, abre corazones y permite trabajar en el bien común” comentó Claudia García, vicerrectora de Transferencia y Extensión de la UTEM.