Desafíos de la Iglesia en el Chile de hoy: ¿hacia dónde hace falta avanzar?

Sandra Urrutia, Directora Ejecutiva Red Santo Tomás

"Desde el ámbito de la educación tenemos muchos desafíos. Hoy los jóvenes necesitan una formación integral que abarque todas las dimensiones de la persona y que aporten a la construcción de una sociedad más justa, humana y fraterna, según los valores del Evangelio. Entendemos a la persona como una totalidad. También es importante el desarrollo del pensamiento religioso en la construcción de los otros tipos de aprendizaje y para favorecer la búsqueda del bien común. Sobre el Chile de hoy, me gustaría referir la importancia de anunciar y dar a conocer todas las cosas buenas que se hacen en la Iglesia, no para fanfarronear. Por el contrario, es bueno decir también que la Iglesia aporta a la construcción de una sociedad distinta. En ese caso, me parece relevante el rol que cumplimos en la Convención Constitucional. Me gustaría ver más fuerte la mirada de Benito Baranda, por ejemplo, aunque los medios no le dan toda la fuerza y desaparecen temas que para nosotros son muy relevantes, como la pluralidad de los proyectos educativos. El derecho preferente de los padres de elegir la educación que quieren para sus hijos es fundamental. Nosotros les preguntamos a los papás por qué nos eligen y es por nuestros valores, principios (…). Trabajamos en colegios vulnerables y las familias nos eligen porque aportamos más allá de la educación. Les brindamos la fe, la experiencia de Dios, con Cristo al centro. Creer que la persona no requiere de ello constituye una visión parcelada. Entonces, creo muy relevante fortalecer el rol de la familia como primer educador y que, por tanto, es la que elige la educación para sus hijos".

Patricio Acuña, Coordinador de comunidades de Encuentro de Papás en el Espíritu (EPE)

"Creo que se ha tratado de criminalizar la presencia de nuestros hermanos migrantes en el país. Muchos han llegado por situaciones que escapan a ellos, lo mismo que le pasó a Jesús y su familia. Como Iglesia tenemos mucho que decir. Respecto a las mujeres, tenemos que darles una mayor participación en las actividades propias de la Iglesia y en la toma de decisiones, no solo en el plano administrativo. Además, para nosotros como EPE también es importante el tema del abuso en general. Nos ha costado mucho porque en el tema de la sexualidad hay algunos que lo malinterpretan y otros que no se atreven a hablarlo. Sobre los jóvenes, los temas que quieren abordar son distintos a los nuestros, como la diversidad sexual. Es importante también que puedan hacer sus aportes sin que antes tengan que incorporarse a una pastoral. Respecto a Chile, como agentes pastorales creo que perdimos tiempo al no involucrarnos más en todo el proceso constituyente. Con la libertad de enseñanza estoy de acuerdo, pero me hace ruido que la encíclica Rerum Novarum nos habla de un salario justo, de un derecho a la asociación y a la propiedad privada (...). El Papa Francisco escribió Laudato Si’, del cuidado de la casa común, pero muchos que no cumplen con esto han sido formados en colegios católicos. Me preocupa qué tipo de personas estamos educando".

Daniela Loyola, Departamento de Movilidad Humana del Arzobispado de Santiago

"Trabajo con diferentes escuelas y las brechas culturales existen. El enfoque invita a poder generar espacios de diálogo y conexión, con la mirada desde Jesús. Él tuvo una comunidad multicultural y miró, acogió, escuchó, fue más allá de los prejuicios, que muchas veces nos limitan el encuentro. El desafío mayor con las mujeres en la Iglesia, comparto con Patricio, es el reconocimiento y protagonismo mayor. Es un desafío no solo práctico, sino también filosófico, teológico, en las miradas éticas, en la formación. Su rol ha estado presente, pero invisibilizado. Siento que como Iglesia nos falta fortalecer nuestra identidad y dimensión social. Hay temáticas en las que hace falta levantar la voz, no tenerle miedo. Nuestra Iglesia en épocas difíciles estuvo muy presente en derechos humanos, en dignidad humana y justicia social. Hay que revitalizar esas dimensiones. Nosotros fuimos aprendiendo de un Jesús caminante en medio de los pobres. Creo que hay que seguir abriendo caminos a la realidad en la que estamos. Tener apertura de que también hay otros tipos de familias, modos de ser pareja. Muchas veces los jóvenes chocan con lo que la Iglesia o algún tipo de comunidad presenta. Hay ciertos temas tabú que no se quieren asumir del todo. Si queremos seguir siendo una Iglesia de acogida, intentemos tener nuestro espíritu abierto a estas otras realidades".

Padre Sergio Lorenzini, subdirector de Comunidades de Base, Arzobispado de Santiago

"Desde nuestra área de comunidades tenemos el hábito de mirar las cosas con la metodología de ver, iluminar, actuar. Miramos la realidad de jóvenes, migrantes, mujeres, iluminamos esa realidad con la palabra de Dios y después tomamos opciones concretas para responder y transformar esa realidad. A mí me encantaría que pudiéramos rescatar lo que fue el sínodo de los jóvenes, que se hizo y después se metió al X Sínodo. Después todo eso no derivó en un documento, sino en una carta del Arzobispo de Santiago, Celestino Aós, que recuperó algunos de los puntos. Creo que hay que recuperar ese documento, porque seguramente hay expresiones y anhelos de los jóvenes que tal vez no vieron la luz. Algunos ya fueron recogidos como la creación de Comunidades Cristianas de Base Juveniles o la creación de una Pastoral Popular Juvenil, pero me imagino que hay otras que no quedaron, como todo el tema de la diversidad sexual, gran tema juvenil hoy día y al interior de la Iglesia también. Esto de preocuparnos de los últimos de la sociedad, algo tan nuestro, que en la Iglesia lo hemos llamado la opción por los pobres. A veces inspiramos a Chile y a veces Chile nos inspira. Todo lo que se llamó el Estallido Social y que devino en lo que estamos viviendo ahora, era por una indignación. Que Chile esté batallando haciendo su propia opción por los pobres, lo encuentro bien inspirador. La sociedad nos está inspirando hoy a no temer los cambios que hay que hacer. ¿Por qué no pensar en un sínodo de mujeres para Santiago? ¿Hasta cuándo nuestro lenguaje litúrgico va a ser meramente masculino?"

Ariel Rojas, Comisión Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal de Chile

"Hoy estamos viviendo una fuga de personas en la Iglesia. Tenemos un doble desafío de atraer a quienes no han conocido el amor de Dios, pero también de mantenerlos dentro de nuestra vida cristiana. Una cuestión concreta respecto de estas prioridades es cómo hacemos el diálogo. Es fundamental fortalecerlo. Cada realidad tendrá que ver cuál es su forma. No sirve de nada que levantemos un documento que hable de cómo tiene que ser la pastoral juvenil si, en el fondo, esa realidad no aplica en todas las comunidades. Nuestros desafíos más concretos son la sinodalidad y corresponsabilidad. Me parece importante que tenemos que fortalecer el encuentro con Jesús desde su amor, y cómo nos planteamos un rol de Iglesia en nuestra sociedad. Y que también está ligada y anclada a los temas sociales. Hoy día no sé si tenemos tanta presencia en los lugares en los que más se nos necesita, creo que estamos muy cómodos en nuestros templos. También me gustaría mencionar lo que se habló en el Sínodo de los Jóvenes de 2018, en cuanto a entender a la pastoral juvenil como un laboratorio pastoral. Si buscamos caminos de emprender cosas nuevas, probemos en la pastoral juvenil, porque está mucho más abierta a los cambios".