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Jueves 3 de febrero de 2022

Ecología Integral: ¿Cuáles son los desafíos para la humanidad?

A siete años de la Encíclica Laudato Si`, promulgada por el Papa Francisco, expertos y expertas de distintas miradas respondieron a la inquietud sobre el cuidado de la Casa Común desde las políticas públicas y sociales. En este panel conversatorio, organizado por Periódico Encuentro, se abordaron los desafíos medioambientales de las comunidades locales, del país y del planeta desde una visión cristiana, que reconoce en la naturaleza la expresión de un proyecto de amor y verdad de Dios, y en el cuidado de la Creación una responsabilidad ciudadana. Asimismo, se llamó a generar diálogos y la búsqueda de acciones colectivas y políticas que conduzcan a un desarrollo sustentable a escala humana.

Periodista: Danilo Picart

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Crisis del corazón humano

Arianne Van Andel es ecoteóloga, coordinadora de capacitación en el Centro de Estudios Otros Cruces e integrante de la Alianza Interreligiosa y Espiritual por el Clima. Si bien reconoce que ha crecido mucho la conciencia frente a la crisis ecológica en que estamos, existe una cara oculta: la de las comunidades más vulnerables y rurales, que sienten estos efectos directamente. Desde esta situación, explica, “creo que Laudato Si´ ha sido muy importante para visualizarlo como un tema cultural y un tema espiritual también. Que esa crisis tiene algo que ver más con el fondo del corazón humano y no solo con acciones más políticas”. Dada esta problemática, señala que es importante asumir que “en nuestras comunidades e iglesias el cambio cultural y espiritual es político”, pues incide en la transformación de la vida y tiene un impacto importante en el entorno. “En las parroquias cuesta tener la idea de prioridad de este tema. La idea de que esto es un tema de la esencia de nuestra misión y vocación como Iglesia y como creyentes, tal como el Papa lo dice. No como un tema secundario, y en eso creo que todavía falta mucho por trabajar”.

“No es falta de cultura, sino de herramientas”

Quienes encarnan el llamado a impulsar la Ecología Integral es la Fundación Pulmón Verde, quienes han desarrollado un trabajo socioambiental que ha permitido recuperar espacios públicos y han instalado 50 micropuntos de reciclaje de botellas plásticas y envases desechables en Bajos de Mena, en Puente Alto. Fernando Carvallo, director y uno de los responsables de esta organización, reflexiona que desde su labor “pudimos demostrar que no es falta de cultura, sino falta de herramientas”. Al asociar su testimonio con lo planteado en Laudato Si´, añade que concretamente “no podemos exigirle a las personas que generen cambios si no tienen conocimiento o no han tomado el peso sobre cómo estamos en el tema ambiental. Siento que acá hay una responsabilidad grande que tiene el Gobierno en cuanto a informar, en cuanto ser capaces de entregar. Por ejemplo, que exista un ramo de medio ambiente en los colegios, para que los niños crezcan con ese conocimiento, y también traspasar este conocimiento a los vecinos”. 

“La ecología integral desde una visión más holística”

Catherine Mella, encargada del Programa Medio Ambiente, Gestión de Riesgos y Emergencias de Caritas Chile (MAGRE) relata que “hemos acogido este llamado a promover una ecología integral desde una visión más holística, más sistémica, de que está todo interconectado. Hemos acogido lo que nos dice el Papa sobre que la solución a nuestros problemas globales requiere una nueva forma de pensar, y él deja claro que es un pensamiento más bien en términos de conectividad de relaciones, en otras palabras, en un pensamiento más sistémico”.

Por esto, considera que deben existir mayores esfuerzos para hacer un cambio profundo a un modelo en los estilos de vida, en las formas de habitar la Casa Común. “He visto que existen muchas iniciativas relacionadas con el cambio climático, por ejemplo, y los avances son lentos aún, porque se ha vuelto urgente, pero necesario, desarrollar políticas que en los próximos años tengan mayor eficacia”, añade.

Podremos tener más migraciones por cambio climático. Gente que tenga que movilizarse de sus países no por temas políticos o sociales, sino porque pudiese ser que esta degradación afecte a una población y le obligue a marchar”, enfatiza. 

Un diálogo entre las diversas dimensiones de la persona

Desde Ecuador, Mauricio López, quien dirige el Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral del CELAM, destaca que el Papa habla de un imperativo ético universal, donde lo pequeño tiene absoluto sentido cuando logra incidir en esta situación macro que parece irreversible y desde lo macro -como los acuerdos de París- sólo tiene sentido cuando se conectan las vidas concretas de las personas en el día con día, en el territorio. “El Santo Padre ha publicado quizá el documento más importante de nuestra generación, y no me refiero solamente al entorno católico. Es realmente lamentable y de una tristeza tremenda que a nuestra propia Iglesia Católica la sigamos considerando como un elemento que ya solo reafirma a quienes tenemos un compromiso, como un elemento complementario, o incluso radicales que tienen las ideologías”, recalca.

López subraya que la encíclica Laudato Si` es para todos y todas y su mensaje no se debe “reducir, disectar o acomodar a nuestro gusto. Si es ecología integral, tiene que invitar al complejísimo diálogo entre las dimensiones sociales, políticas, económicas, culturales, ecológica, económica y espiritual, entre otras”.

Capaces de abordar las transformaciones estructurales

En este sentido, el académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile Román Guridi evalúa el trabajo que el mundo creyente hace para sentirse llamado a colaborar frente a esta emergencia, y va más allá. “Estoy muy de acuerdo con que los problemas se solucionan de modo estructural, al menos en política económica, jurídica y social. Al mismo tiempo, creo que hay que empujar esa conversación hacia una dimensión ética que incluye la dimensión personal. No hay que contraponer lo personal y lo estructural, porque cuando se producen los cambios estructurales se empieza a producir también un proceso de transformación cultural. Entonces, son capaces de asumir esas transformaciones estructurales sin que sean impuestas de manera obligatoria”, asevera.

Por ello, complementa su reflexión con una serie de principios entre los que destaca el principio de integralidad, colaborando con una mirada de transformación cultural; el principio de decisión colegiada, en que falta robustecer los espacios de discusión y resolución; el principio territorial, en que es necesario abordar los problemas socioambientales desde un ámbito doméstico, local, regional y global; el principio de innovación, en que se busquen nuevas formas de desarrollar la agricultura y la energía, y finalmente el principio de asociatividad, para que Chile trabaje mancomunadamente en favor de promover soluciones.