Más de 100 agentes pastorales reflexionaron, sobre el camino sinodal en la Iglesia de Santiago

“Estamos en un tiempo de gracia, el Espíritu Santo quiere actuar en el corazón de la Iglesia, la sinodalidad persigue la acción de Espíritu Santo, nos invita a centrarnos en la oración, tomando conciencia de nuestra condición de Pueblo de Dios” expresó el Vicario Pastoral, monseñor Carlos Godoy, en encuentro de animación para el Sínodo, realizado remotamente, la tarde del martes 25 de enero.

Más de 100 agentes pastorales, de movimientos, parroquias y grupos laicales,  se conectaron para profundizar sobre el Sínodo, este camino que guiará a nuestra iglesia  hasta 2023 y que apunta a construir juntos, lo que Dios quiere para esta Iglesia universal, plural y diversa.

Un emotivo momento de oración dio inicio a la jornada, para luego recibir el saludo del Vicario Pastoral, quien enfatizó sobre cómo caminar hacia una Iglesia Sinodal:” La sinodalidad es un antídoto para el clericalismo que nos ha hecho tanto daño, que pone al consagrado en superioridad moral, somos todos servidores y facilitadores de la experiencia de Dios, tenemos grandes desafíos que realizaremos juntos” agregó el padre Carlos Godoy.

“Deseo de ser Iglesia”; “fastidio por resistencia”; “compromiso”; “esperanza”; “cansancio”; “entusiasmo”, fueron parte de las palabras expresadas por los participantes, quienes respondieron a la pregunta ¿Qué traigo en el corazón?, las cuales fueron inundando la pantalla de este encuentro.

A continuación, se presentaron las prioridades pastorales de la Iglesia de Santiago, marcadas transversalmente, por esta invitación a la sinodalidad, poniendo a disposición de los asistentes, herramientas para motivar este proceso en sus comunidades.

Luego en un espíritu sinodal, se realizó el trabajo grupal, donde la audiencia de 100 personas se dividió en pequeños grupos de cinco, para dialogar en torno a la pregunta ¿Qué puedo hacer junto a mi comunidad para comunicar y motivar la participación al Sínodo?

Entre ellos Mario González, coordinador de Laicos y Laicas de Santiago, quien expresó que debemos compartir la Buena Nueva, cómo si estuviéramos sembrando y para eso debemos hacerlo con los que están más cerca, la comunidad y la familia: “Esta es una buena noticia para el mundo católico, para los laicos y laicas, que muchas veces se han sentido marginados de las decisiones y de las opiniones. No basta con esparcir la buena noticia, tenemos que tener un actitud distinta, horizontal, compartir con otros como hermanas y hermanos, sin estructuras, ni cargos, ni nombramientos. Hoy el llamado es al Pueblo de Dios y caminar juntos, debemos perder el temor de decir las cosas, con respeto y cariño, pues somos hermanos, pero con verdad, pues es la única forma de reconstruir las confianzas y la credibilidad de nuestra Iglesia” indicó González.

Por su parte Verónica Watermber, de Animación Bíblica Pastoral, dijo que lo primero que debemos hacer es socializar el concepto de sinodalidad, pues muchas personas no lo conocen: “Informar del proceso, dar a conocer en qué consiste, utilizar los medios que tenemos a nuestro alcance a nivel de la comunidad, de forma presencial y también usando los medios virtuales”, expresó esta agente pastoral de la Zona Oeste.

Finalmente, en el plenario se dio espacio para preguntas y reflexiones, expresadas en nubes de palabras, textos del chat y algunas intervenciones verbales. Todas unidas por el entusiasmo de este nuevo camino y la invitación a salir a escuchar a los demás, pero no sólo que sea algo temporal, más bien asumir la sinodalidad como un modo de ser Iglesia, fue la reflexión que predominó.