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Lunes 10 de enero de 2022

Formación para una madurez humana y espiritual

Bajo el nombre “La importancia de la formación de los agentes pastorales en el marco de camino sinodal”, se desarrolló un conversatorio online, organizado por la Vicaría Pastoral para equipos de formación, vicarías y departamentos de la arquidiócesis, en el contexto del Sínodo de Obispos 2023. En la oportunidad, participaron 203 personas a través de las diferentes redes sociales.

Periodista: José Francisco Contreras

Fuente: Comunicaciones Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Las diversas respuestas a la pregunta de por qué es necesaria esta formación, estuvieron a cargo de los expositores Jorge Blake, sociólogo y Magíster en Sociología, especialista en Sociología de la Educación, profesor de la Pontificia Universidad Católica, PUC, y del Colegio San Ignacio de El Bosque; Rodolfo Núñez, psicólogo, Doctor en Psicología y Magíster en Ciencias Sociales, especialista en psicología religiosa, profesor de la Universidad Finis Terrae; Yeri Contreras, pedagoga en Religión, especialista en Pedagogía Pastoral, profesora de la PUC, y Diego Miranda, Magíster en Teología y Licenciado en Trabajo Social, especialista en Doctrina Social de la Iglesia (DSI), profesor de la Universidad Alberto Hurtado y de la PUC.

La oración inicial la hizo el vicario Pastoral, Carlos Godoy, Obispo Auxiliar de Santiago, quien sostuvo luego que “la sinodalidad surge como un antídoto al clericalismo que tanto daño le ha hecho a la Iglesia. Es un mal que es necesario seguir erradicando de nuestras prácticas eclesiales, para lo cual la formación reviste una importancia significativa”, tanto la de los laicos como la de los presbíteros, religiosos y religiosas, “para que aprendan a ser pastores en clave sinodal”. 

Tener una mirada crítica

La primera exposición estuvo a cargo del sociólogo Jorge Blake, quien sugirió incorporar en la formación de los agentes pastorales ciertas categorías sociológicas existentes hoy, versus la forma más lineal o fija que había hace algunas décadas, siempre con una mirada crítica, como el diálogo intergeneracional y el cambio generacional, que tienen que ver con el aporte renovador que cada generación hace a la cultura. Estas novedades, dijo, “para los agentes pastorales son un desafío permanente”. Al respecto advirtió la necesidad de “no esperar que las nuevas generaciones asuman de manera absoluta, sin críticas, el legado que queremos entregarles”. Resaltó luego la gran variedad de formas de vida y señaló que hay que tener una “sensibilidad espiritual” para discernir lo que hay de Dios en cada uno de esos diversos proyectos de vida, pero también una “sensibilidad social” frente a las diversas actitudes del presente, para descubrir alguna presencia de Dios también allí.

Del individualismo al sentido de comunidad

Después intervino Rodolfo Núñez. El psicólogo señaló que formarse como agente pastoral demanda una mirada sistémica, que es la perspectiva de cómo las cosas influyen unas en otras. En nuestro sistema cultural, social, histórico, expresó, debemos asumir los cambios en términos muy simples. El sistema de vida social actual “se mueve en torno al consumo, los derechos y a la competencia. Es en ese contexto en que el agente pastoral tratará de plantear una propuesta que tiene una tensión cultural de fondo, que es comunitaria, solidaria y trascendente”. Indicó que la crisis que pone en tensión la capacidad de supervivencia en el presente por el covid-19 nos obligará a hacer cambios de aquí a 25 años: “Las circunstancias nos obligan a pensarnos en términos comunitarios”, enfatizó. 

También afirmó que es necesario formarse para atender pastoralmente a ese 42% de los chilenos que se confiesa católico y dialogar con el 37% que se reconoce ateo; formarse como discípulo misionero en clave sinodal. Se requiere, dijo, trabajar personalmente la madurez humana y espiritual del agente pastoral, que le ayudará “a disponerse para los planes de Dios y no disponer de Dios para sus propios planes personales”.

A partir de un encuentro con Jesucristo

Por su parte, la pedagoga Yeri Contrers, reconoció que la labor de formación pastoral se lleva adelante en ambientes no formales de educación, en las parroquias, capillas, movimientos, colegios, es decir la propia actividad pastoral conlleva una formación. Lo que no significa, precisó, que los presupuestos educativos que están en la base de los procesos de aprendizaje les sean ajenos. Sostuvo que “es necesario una formación que integre y promueva el desarrollo pleno de  todas las dimensiones humanas desde y con la cultura”. Luego, expresó que ”toda formación es una fecunda experiencia de aprendizaje y de encuentro de distintas realidades”, que se enriquecen mutuamente. Además, indicó que “la formación pastoral supone posicionar en el centro la experiencia de encuentro con Jesucristo”. También la formación pastoral se constituye en un espacio de transformación, manifestó, tanto personal como comunitaria. 

Lo que hay de Dios en cada realidad

Por último, el experto en Doctrina Social de la Iglesia, DSI, Diego Miranda, dijo que la fe tiene una insoslayable dimensión histórica, ya desde sus raíces en el judaísmo, que el mismo Dios salva en la historia a través de Jesucisto. Por eso que en cada momento de la historia de la humanidad la Iglesia debe estar presente “con una palabra iluminadora y con una acción profética”. Por eso el desconocimiento de la DSI “nos impide tener una participación transformadora en la sociedad”. Señaló que el estallido social, el proceso constituyente y el triunfo de  Gabriel Boric como Presidente son signos de los tiempos y nos corresponde discernir como comunidad qué luces nos está entregando hoy Dios en la historia, a través de esos acontecimientos. Al respecto afirmó que “la Iglesia evangeliza el presente, asumiendo la historia. En este contexto, la DSI es una luz constante en el camino”.

Luego hubo momentos para preguntas de los participantes y respuestas de los panelistas, para profundizar los contenidos entregados; algunos de los cuales testimoniaron sus respectivos encuentros con Jesús. Cabe señalar, que se contó con la presencia de personas de Pitrufquén, Concepción, Boroa, Paihuano, Coyhaique, Coquimbo, Arica, incluso con participantes de Lima, Perú.

Al comienzo del conversatorio, el Arzobispo de Santiago, cardenal Celestino Aós, se refirió al documento “Integridad en el Servicio Eclesial”, ISE, sobre formación de ambientes sanos, de la Conferencia Episcopal de Chile, “para que lo lean y lo cumplan, porque no sacamos nada con tener buenos documentos si quedan en el papel.” Y al final se exhibió un video de la Delegación para la Verdad y la Paz, para motivar la lectura del documento mencionado por el cardenal.