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Lunes 27 de diciembre de 2021

Cardenal Aós en la Solemnidad de la Natividad del Señor: “Jesús quiere que seamos un regalo para los demás”

Con una Eucaristía celebrada en la Catedral de Santiago, durante el mediodía del 25 de diciembre, los fieles celebraron el nacimiento de Jesús. En su mensaje, el Cardenal, invitó a pensar en esta fiesta, como una oportunidad para ser un bien para otros, agregando que “no hay ninguno de nosotros que no tenga posibilidades de amar”.

Fotos: Jorge Salomón

Periodista: Danilo Picart

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

Es sábado 25 de diciembre y la Iglesia universal celebra la Solemnidad de la Natividad del Señor. Con una Eucaristía presidida por el Cardenal Arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós, los fieles celebraron el nacimiento de Jesús. En la celebración estuvo presente el Obispo Auxiliar, monseñor Alberto Lorenzelli y los sacerdotes del Seminario Pontificio Mayor, encabezados por su rector, padre Fernando Valdivieso.

En su homilía, el Cardenal Aós recordó los signos que presenta el relato del Evangelio de San Juan, en que narra cómo el Hijo de Dios se hizo carne, y está presente en medio de la humanidad.

Dios nos regala a su hijo Jesucristo, ese niño nacido desde las entrañas de María, por obra del Espíritu Santo es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación. Todo el universo ha sido creado por Él. Nuestra vida fue pensada por Dios desde la eternidad”, inició su reflexión, para luego recordar que el regalo que se suscita en este acontecimiento está presente en la actualidad. “Los cristianos viven el gozo y la alegría hoy, por el regalo que somos cada uno de nosotros, frente a Jesucristo. La dignidad de la persona no radica en su estatus social, en la riqueza que tiene, en la raza a la que pertenece, en el pasaporte que lo ampara. Nuestra dignidad brota de esa relación con Dios. Nos pensó desde la eternidad, nos amó, nos ama y nos espera en este camino”, enfatizó.

Más tarde, aseguró que a través de los sacramentos y en la vida de las personas, “Jesús quiere que seamos un regalo para los demás”. Para ello subrayó que “no hay ninguno de nosotros que no tenga posibilidades de amar y Jesús nos dice: «ustedes vayan al mundo, enseñen lo que les he enseñado, sean fieles a mi doctrina, pero ámense los unos a los otros como yo les he amado»". Por esto, añadió, “amen, hagan el bien a los que les hacen el mal. Hagan el bien a aquellos que les hacen mal a ustedes. Saluden al que no les saludó, ayuden a quien quizá no les extendió la mano”.

Finalmente, dedicó palabras para destacar la aceptación de la Santísima Virgen María, quien ha sabido como nadie, lo que es ser un regalo. “Ella asume que ese hijo de sus entrañas es un regalo del cielo, era el regalo más grande que la humanidad podría recibir a través de ella. Ella lo acogió, lo cuidó, lo amó, y se sintió amada por Dios”. Por esto, pidió su intercesión para que nos ayude a sentirnos amados por Dios, a sentir ese gran regalo que es nuestra fe, nuestra salvación y a ser de nosotros, un regalo para los demás, y concluyó su mensaje, deseando que esta Navidad, sea una invitación “para que ustedes traten de ser buenas personas, para que hoy y siempre sean un regalo para los demás”.

El regalo de vivir Navidad en familia

Tras la celebración, Cardenal Celestino Aós saludó y bendijo a los fieles que acudieron a la celebración en la Catedral. Entre ellos, Dalis Guillen de Vargas, docente venezolana, quien, viajó por cinco países en 19 días, junto a su sobrino y su pequeño nieto, para volver a estar en familia en esta Navidad. “Hacía cinco años que no veía a mis hijos y entonces me atreví a hacer esta misión, porque soy muy cristiana, pertenezco al grupo de María Auxiliadora, soy salesiana. Entonces, mi hijo me preguntó si podría traer a mi nieto a Chile y le dije que sí. Desde Venezuela, cruzamos Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, hasta llegar a Colchane. Allí nos pararon los carabineros y mi pequeño nieto, le dijo a los carabineros que iba a Santiago a ver a sus padres, pues hace cinco años que no los veía. Llegué el 21 de diciembre. Le pedí tanto a Dios, a María Auxiliadora, y lo primero que le prometí a Él, fue que iba a llegar a una Iglesia. Y justo se dio para que el 24 de diciembre, llegara a la misa de Nochebuena y nos comprometimos a venir a la misa del 25 de diciembre, a las 12:00 en la catedral. Por esto, hoy vinimos a darle gracias a Dios. Es especial darle las gracias a Dios en este momento, por tantas cosas hermosas”.