Comunidades Cristianas de Base celebran su día de manera virtual

El encuentro  “Comunidades Cristianas de Base: Semillas del Reino, corazón del pueblo”, que se realizó a través de Zoom, comenzó con unas palabras de monseñor Julio Larrondo, Obispo Auxiliar y Vicario de la zona Sur, quien destacó la relevancia de la vida comunitaria para el encuentro con Cristo. “Es muy importante que la vida comunitaria sea algo esencial en nuestra vida pastoral. Cada vez se hace más importante la comunidad de vida, la comunidad cristiana que tiene que dar la fuerza y el sentido también de poder vivir el evangelio profundamente”, precisó.

Posteriormente, monseñor Larrondo animó a los presentes a extender este mensaje, perseverar e invitar a más personas a participar de la vida comunitaria “donde se puede aprender a discernir, a poder vivir mejor el evangelio a través de la participación en la comunidad”, dijo.

Por su parte, el padre Jaime Tocornal, Vicario para la Pastoral Social Cáritas, destacó que en la vida comunitaria se produce un verdadero encuentro con el otro, que nos permite reconocernos a nosotros mismos. “En la comunidad nosotros nos damos cuenta de cómo somos, nos hace definir quién soy yo, y yo puedo ayudar a otros también. Somos como espejos”, dijo. Luego felicitó a las comunidades por su dedicada labor y los invitó a continuar con su misión: “Ustedes son la expresión más básica, más sencilla, más profunda, más evangélica de la Iglesia”, manifestó. 

La jornada continuó con diferentes momentos y de manera especial, se recordó a las personas que fallecieron en tiempos de pandemia con un emotivo video. Además, se leyó el evangelio y se realizaron actividades grupales de reflexión para conlcuir con una acción de gracias. 

Sergio Cárdenas, director del Departamento de Comunidades del Arzobispado de Santiago explicó que esta festividad “tiene que ver con la alegría que nosotros hemos descubierto desde que seguimos a Jesús y que Jesús para nosotros es nuestro Señor y Maestro. Nos invita a vivir profundamente la vida comunitaria y eso también significa vivirla en la afectividad, en la alegría (...) La alegría es parte de ser cristiano, es parte también de los regalos que nos hace el buen Dios”.