Lunes 27 de septiembre de 2021
La Virgen del Carmen volvió a recorrer las calles de Santiago
Agradeciendo y pidiendo su intercesión por una patria más fraterna, comunidades y fieles peregrinaron junto a la Madre y Reina de Chile, retomando así una histórica tradición que el año pasado se suspendió por la pandemia.
Fotos: Héctor Landskron
Periodista: Danilo Picart
Fuente: Iglesia de Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago,cl
Resguardando en todo momento las medidas sanitarias, el domingo 26 de septiembre, Día de la Oración por Chile, cientos de fieles volvieron a reencontrarse y participaron de la habitual procesión de la Virgen del Carmen, culminando con una eucaristía celebrada por el Cardenal Arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós.
Acompañados del lema “Virgen del Carmen, a tus pies nos volvemos a encontrar”, comunidades de diferentes sectores de la capital, se congregaron en las afueras de la Catedral Metropolitana. El acto comenzó a las 15:30 horas, con homenajes artísticos y musicales, donde además, representantes de las Fuerzas Armadas y de Orden brindaron honores militares a la Virgen del Carmen, quien es su Patrona y Generala Jurada.
Así, con una numerosa participación de fieles y siempre respetando la distancia social, adultos, jóvenes y niños, participaron de esta procesión, en que la imagen de la Virgen recorrió las calles Catedral, Morandé, pasando por el ex Congreso Nacional y regresando hasta la Plaza de Armas, lugar donde se celebró la eucaristía.
Ofrecer nuestras “manchas y heridas” para ser sanadas
“Hemos visto a un Chile en fiestas, fiestas patrias, y hoy, Virgen María, queremos rezar agradecidos por esas alegrías. Y vemos un Chile en ilusión y empeño por darse una nueva Constitución y un Chile empeñado a unas elecciones y en esta tarde rezamos por ese Chile, madre nuestra y madre de todos los chilenos”, comenzó su reflexión, Cardenal Celestino Aós.
Acto seguido, el arzobispo Aós dedicó palabras para referirse a la crisis migratoria y de violencia, que se han vivido en los últimos días en Iquique. “Hemos visto un Chile que nunca desearíamos ver, un grupo de personas, enfermos de rabia y violencia, crispados en actos de barbarie en contra de Chile mismo y de un grupo de inmigrantes. Cómo nos duele constatar estos hechos, pero son parte de nuestra realidad, y ante ti los ponemos como manchas y heridas que queremos sanes con tu bendición. La realidad nos desafía, pero queda iluminada desde Dios”, dijo.
“Tenemos necesidad de muchas cosas, pero Chile necesita nuestra oración”, enfatizó monseñor Celestino, quien finalizó su homilía, mencionando que “a nivel de Iglesia, es la hora de la asamblea diocesana, nacional y del encuentro latinoamericano. Todo ello culminará en el Sínodo Universal (…) ¿Cuál es mi aporte? ¿Qué es lo que el Señor me pide aquí y ahora? Malo sería volver de esta procesión y de esta misa sin un propósito. No hace falta que les contemos a los demás en qué consiste nuestro compromiso. Lo deben detectar en nuestras obras”, resaltó.
Gratitud y Fervor por reencontrarse con la Virgen del Carmen
Vestido de huaso y con un escapulario, José González Galaz viajó desde Buin para saludar a la Virgen del Carmen. “Soy cuasimodista, y he participado en otras ocasiones en esta celebración; también he ido a buscar a la virgen peregrina, en nuestro bicentenario. Soy católico y vine hasta la Plaza de Armas, salgo con harta fe, pidiéndole a la Virgen para que pase este sufrimiento, para que no haya más pandemia y todo lo que sufre la gente. Caminar y acompañarla tiene mucho significado, porque la extrañamos mucho el año pasado, porque no pudimos hacer nada. En todos lados la echan de menos”.
Adrián Núñez y Luz Flores, es un matrimonio proveniente de Perú, que acompañaron a la Virgen del Carmen en su peregrinar por las calles de Santiago. Emocionados, por volver a verla, cuentan que todos los años participan de esta procesión, pues, los une en oración, con su país. “Allá celebramos a la Virgen del Carmen, que es patrona de la provincia del Callao y es emotivo, porque me permite volver a mi patria y junto a mi esposa, acompañamos siempre a la Virgen”, recuerda Adrián; mientras que su esposa Luz, manifestó su felicidad por haber vivido la eucaristía, junto a los demás fieles, en la Plaza de Armas. “Vivo en Chile desde hace cinco años, y vivir esta celebración, después de la pandemia me ha fortalecido. He visto mucha gente, mucha fe y me da pena con todo lo que está pasando en el norte. El mensaje de padre Celestino fue lindo, porque nos invita a ayudar como hermanos. Como todos los años, vengo a finales de septiembre a agradecer a la Virgen… se ha sentido el fervor religioso y que en Chile hay mucha fe”.
Gladys Uriarte, es miembro de la Cofradía Nacional del Carmen y con orgullo, cuenta que esta celebración ha sido un bálsamo de alegría y fe para muchas familias. “Soy camarera hace muchos años y estoy feliz, porque he asistido entre 12 o 15 procesiones y esta procesión la encontré familiar, la encontré de corazón, encontré que era toda una familia que se unía bajo los pies de nuestra Madre a rezarle, a darle gracias, porque fue posible hacerla. Haber podido llegar hasta acá, para honrarla, como años antes lo hacíamos y esto es una alegría del corazón”.