Lunes 2 de agosto de 2021
“La fe es ante todo un diálogo de amistad, cercanía y vinculación con el Señor”
En este Domingo XVIII del Tiempo Ordinario, el padre Andrés Moro, desde la parroquia Nuestra Señora de La Estampa en Independencia, animó a volver con todos los cuidados y protocolos, a las misas presenciales para sentirse alimentados y saciados del Señor. La eucaristía fue seguida en vivo a través de las redes sociales del Arzobispado de Santiago y de EmolTV.
Periodista: Enrique Astudillo Baeza
Fuente: Iglesia de Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
El también vicario para la Educación de Santiago, comenzó su homilía, advirtiendo que muchas personas se confían en que creer o tener fe, es saber un montón de cosas: oraciones, normas, reglamentos, “pero ocurre que poco a poco, eso no nos permite mantener la fe profundamente y frente a los momentos difíciles, y Dios mío que hemos vivido momentos difíciles en este año, la fe a muchos nos ha sostenido, porque hemos querido tener raíces profundas y otros hemos visto también debilitada nuestra fe y hemos tenido que volver a alimentarla, porque la fe es, ante todo, un camino de confianza”.
A lo anterior, agregó: “Creer es confiar, y para confiar, tengo que amar. Tengo que experimentar el sentirme amado. Por eso, la fe nunca puede ser una obligación. La fe no es una tarea que tengo que sacar, un examen, una prueba que dar. La fe es, ante todo, un diálogo de amistad, cercanía y de vinculación con el Señor”.
Respecto de la posibilidad de volver a las misas presenciales, cuidando de los aforos y los protocolos, el padre Andrés Moro señaló que “es una maravilla volver a sentirnos reanimados en este camino de fe, que se alimenta de la Palabra, del testimonio y también de las redes sociales durante este tiempo, porque también es lógico por distintos motivos, ya sea porque están enfermos, sienten un legítimo miedo o también con todo respeto, porque son porfiados y no se han vacunado”, enfatizó.
Añadió: “Pero también lo normal es volver a empezar a descubrir que creer es confiar y confiar es amar. Por eso, cuando el Señor quiere decirnos cómo amar enteramente- y como dice en la escritura- el que tenga hambre y sed que venga mí, porque comer y beber son las cosas más naturales de la vida y para nosotros, creer tiene que ser algo normal, no extraordinario. El Señor nos invita a descubrir cómo amar en lo cotidiano y convertir lo cotidiano, en algo tan extraordinario como venir a eucaristía domingo a domingo para hacer de este momento especial algo que alimente y llene toda nuestra semana”.
Al cierre de exhortación, el párroco de Nuestra Señora de La Estampa, recordó que, en cada eucaristía al alimentarnos de Cristo, “nos convertimos en otros “Cristos” que alimentan a los que van pasando por fuera de la parroquia, a los que quizás, se sienten aún distantes de la fe, pero que también buscan, incluso a veces con tanto sentido, la paz, amor, esperanza, consuelo y perdón. Hagamos de nuestra vida cotidiana, un momento tan extraordinario como el que estamos teniendo ahora, para encontrarnos con el Señor y poder experimentar en nuestra vida e invitar a muchos y muchas, a experimentar que quien creen en Jesús, nunca más tendrá hambre y el que sigue Jesús, nunca más tendrá sed”.