Culminó Escuela de Invierno 2021 “Padre Lorenzo Schanberger” en Zona del Maipo

La escuela lleva el nombre del padre Lorenzo Schamberger, quien propulsó esta iniciativa de formación pastoral y que falleció en mayo de este año, tras una larga labor pastoral en la parroquia N. S. de Las Mercedes. Los cursos que se dieron fueron los siguientes: Acompañamiento en el dolor, Herramientas para manejar la motivación en la comunidad, Antropología cristiana, Pastoral de inclusión, Trabajo humano y pensamiento social de la Iglesia, Paternidad y familia iluminado por san José, Claves teológicas según el Evangelio de san Marcos, Narrativa desde una perspectiva espiritual, El Papa Francisco y la DSI (Doctrina Social de la Iglesia): curar el mundo.

La actividad se inició el 10 de julio, con un encuentro zonal, en el que participó la hermana Nelly León, capellana del Centro Penitenciario Femenino, que ofreció una reflexión sobre el lema de la escuela, tomado del pasaje evangélico de los peregrinos de Emaús. A veces, dijo, “nuestra desolación y tristeza, nuestro cansancio, nuestra soledad, como lo hemos sentido en este tiempo de pandemia, no nos permiten reconocer a Jesus, que camina a nuestro lado”. Sobre esa base, invitó a que a pesar de las dificultades y oscuridades del presente, la crisis social y eclesial “que nos ha golpeado fuerte, Dios sigue caminando a nuestro lado en la persona de Jesús”, y también reconocer a Jesucristo en el otro que está a nuestro lado, tras lo que surge el llamado al Señor para que se quede con nosotros y no nos abandone.

Isabel Martínez, encargada de formación de la Vicaría del Maipo, destacó la importancia que tiene la escuela “por la actualización de los contenidos, la información respecto de documentos relacionados con el servicio que se realiza en las comunidades, como cartas encíclicas y el nuevo directorio para la catequesis”. La valoró también como un vínculo “con lo que ocurre en nuestra sociedad, somos parte de un país, de un Estado, y por ello debemos como Iglesia formarnos en distintas áreas”.

Katherine Arce, encargada de formación juvenil de esa vicaría zonal, armó tres cursos pensando en lo que la comunidad juvenil pidió en consultas previas: el relacionado con la motivación en comunidad, el acompañamiento en el dolor y la inclusión, dirigida a las comunidades educativas especiales. Las dos primeras fueron las que más participación tuvieron entre los asistentes a la escuela. En opinión de Kathy, en general “todos los cursos fueron un gran aporte, muy buenos contenidos, lo importante es que la participación fue intergeneracional, es decir, en todos los cursos había jóvenes y adultos”.

Por su parte, Katherine Núñez, del equipo de formadores de Prevención de abusos de la Zona del Maipo, participó en el curso herramientas para manejar la motivación en la comunidad, para ayudar a mantener viva la pastoral en este tiempo difícil de limitaciones por la pandemia. “El curso entregó herramientas muy concretas para trabajar desde la comunidad, motivarse uno mismo y desde ahí transmitir esto a los demás; fue un curso súper participativo, abierto a un público general, lo que aportó una riqueza al compartir experiencias entre personas de distintas edades”.

Finalmente, Isabel Martínez reconoció que en los asistentes a la escuela se hizo presente “la nostalgia de la presencialidad, el abrazo, el saludo cercano” y se mostró esperanzada en que  “continuaremos sirviendo a la misión de Jesús que a cada uno se nos ha encomendado”.