Parroquias siguen multiplicando los panes para familias y adultos mayores solos

Él y un grupo de voluntarias, fabrican y distribuyen alrededor de 680 panes tres veces a la semana a quienes más lo necesitan, por razones derivadas de la pandemia, como la cesantía, y otras realidades. “Cuando lo entregamos, decimos que este pan se lo envía Jesús. Es el mejor pan de Recoleta y es gratis”, cuenta al aire el padre Ignacio, y agrega que ya han favorecido a más de mil 500 personas.

Esta panadería parroquial solidaria ya cumplió un año el pasado 6 de junio, cuenta el sacerdote: “Comenzamos en el comedor y la cocina de la parroquia, ante la situación de gente que se quedó sin trabajo, adultos mayores solos que no podían salir a comprar. La señora Mónica me dijo: ‘Padre, hagamos pan y se lo llevamos nosotros’. Así partimos, con la idea de ayudar, de ponernos en el lugar del otro”.  Porque, dijo, “si yo estuviera necesitado, sin trabajo, si fuera adulto mayor y no pudiera ir a comprar, me gustaría que alguien me llevara una bolsita con pan”.

En el programa televisivo la gente se muestra agradecida y las panaderas gratificadas por lo que pueden  hacer. “Es muy bonito cuando la gente viene y no le negamos el pan a nadie, pero es mejor que no vengan, por la pandemia, y lo vamos a dejar a sus casas. Nuestra bandera de lucha es “oración y acción”, comentan en pantalla.

Pastores y comunidades “codo a codo”

Pero no es la única experiencia. “Yo soy hijo de esta Iglesia de Santiago, el arzobispo Celestino Aós, nos invita a servir, a entregar, y se están haciendo tantas campañas bonitas. Nosotros somos una gotita de agua para servir. Trabajo codo a codo con don Celestino, nuestro arzobispo”, dice el padre Ignacio. En efecto, agrega, la Zona Norte, de la cual es vicario episcopal, tiene 38 parroquias y en todas están haciendo labores solidarias. De hecho, la Vicaría de Pastoral Social Caritas ha registrado 15 panaderías solidarias activas, con 87 voluntarios, y les ha entregado aportes en transferencias directas para apoyar a la comunidad. 

Este servicio se suma a toda la actividad pastoral de cada párroco, como lo señalaron en el programa las voluntarias de San Alberto de Sicilia al referirse al padre Ignacio: hace pan, celebra la misa, va a hacer un responso, después Adoración al Santísimo, reconocen. Y con dificultades, porque al padre Ignacio hace un tiempo lo asaltaron en medio de esta actividad y tiene tres fracturas en el hombro.

Entre las necesidades de la panadería de esta comunidad están el harina, los seis o siete cilindros de gas que gastan al mes; también bolsas de papel para el pan, manteca y aceite, elementos todos que fueron solicitados por el programa mencionado para asegurar que pueda seguir esta atención a los más pobres. Todo ello en el contexto de la campaña Contigo Hermano, que hace un  llamado muy claro: "Multipliquemos los panes", para que ninguna persona se quede sin un plato de comida en esta crisis que vivimos a raíz de la pandemia.