Lunes 24 de mayo de 2021
“El Señor con la fuerza del Espíritu Santo nos hace testigos y nos impulsa a la misión”
En la Fiesta de Pentecostés de este año, el Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Alberto Ortega, presidió la eucaristía de este domingo 23 de mayo en la parroquia Santos Apóstoles de Recoleta. Allí, recordó que Pentecostés es una manera preciosa de concluir la celebración del Tiempo Pascual en el que hemos celebrado con alegría la resurrección de Jesucristo.
Periodista: Enrique Astudillo Baeza
Fuente: Iglesia de Santiago
Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl
En su homilía, monseñor Alberto Ortega enfatizó que el gran regalo de la resurrección de Jesucristo y de la Pascua es la posibilidad de vivir una vida nueva. “Este es un regalo que se nos da con el Espíritu Santo. Por eso celebramos la venida del Espíritu Santo no como algo del pasado, sino como algo presente, del ahora entre nosotros y repetimos juntos a toda la iglesia, ven Espíritu Santo”.
El representante papal en Chile, agregó que a veces para muchos puede resultar difícil entender la gracia del Espíritu Santo: “A veces se habla poco de él y algunos tienen la intención de considerarlo como algo abstracto, sin embargo, el Espíritu Santo no es abstracto, sino que es lo más concreto que hay. Es la continuación de la obra de Jesús y, por tanto, de nuestra vida. Es el espíritu que cambia el corazón y ensancha la mirada de los discípulos y los hace capaces de comunicar a todos, las grandes obras de Dios”, dijo.
Al cierre de su exhortación, el Nuncio Apostólico agradeció poder relevar la fuerza del Espíritu Santo en nuestras vidas: “Por eso cuando los discípulos hablan del Espíritu Santo no hablan de teorías abstractas, sino que hablan de su vida, de lo que les ha sucedido y qué es lo más concreto que tienen. Se sienten renacidos gracias al don del Espíritu Santo, y lo reciben para una misión. Eso mismo sigue sucediendo hoy entre nosotros, el Señor con la fuerza del Espíritu Santo sigue cambiando nuestras vidas y nos hace testigos y nos impulsa a la misión”.
El padre Francisco Herrera, párroco de Santos Apóstoles, agradeció la presencia del Nuncio Apostólico en su templo: “Es una alegría enorme, porque nos hace presente la cercanía del Papa Francisco, quien hace el servicio de confirmarnos en la fe. El hecho de que celebráramos en la modalidad en la cual lo hacemos en pandemia, también es edificante, de alguna forma confirma nuestro modo pastoral de acompañar en tiempos de covid. Con esta eucaristía, confirmamos que hemos sido hechos objetos de la misericordia divina que envía sobre nosotros el Espíritu Santo para nuestra divinización”, afirmó.