Clero de Santiago vive retiro de Cuaresma con llamado a volver a las raíces de la fe cristiana

El predicador de este retiro es el religioso salesiano padre Juan José Bartolomé, español, doctor en Sagrada Escritura, y la semana de reflexión es transmitida en la modalidad online. El encuentro comenzó con el rezo de las Vísperas, tras lo cual el Obispo Auxiliar, Alberto Lorenzelli, ofreció una introducción para preparar el corazón de los participantes a vivir intensamente este tiempo de espiritualidad, en la que invitó a los presbíteros a “dedicar un tiempo a nuestra propia persona, poner nuestra vida delante del Señor”. 

Para ello planteó dos preguntas del Génesis, la que hace Dios a Adán después  del pecado original: “¿Dónde estás?”,  y la que hace a Caín después de haber matado a su hermano Abel: “Dónde está tu hermano?”, que son preguntas, dijo, que  toda pastoral quiere responder. Respecto de las mismas, señaló que el Concilio Vaticano II propuso una nueva forma de misión: “Recordemos que la Iglesia es misionera por propia naturaleza. Es decir, en la identidad de la Iglesia está presente la misión como un elemento esencial. Por eso, podemos decir que cuando hablamos de la misión miramos tanto a los destinatarios como a la misma Iglesia”. Es decir,  la misión es mirar a los destinatarios de la evangelización (“dónde está tu hermano”), su persona, sus inquietudes, su cultura y  también dónde está cada cristiano (“dónde estás”), dónde está la Iglesia. Por eso, señaló, es bueno hacerse estas preguntas al comienzo de este retiro.

Luego, el obispo Lorenzelli resaltó tres medios privilegiados para vivir con intensidad este retiro: escuchar la Palabra de Dios, discernir su voluntad y purificar el corazón, de lo que se obtiene, afirmó, un doble fruto, que es ganar en unidad interior y avivar la espera del Señor.

Volver a la experiencia fundante del cristianismo

Más adelante, el padre Alberto  invitó a vivir estos días en un ambiente adecuado, por lo recordó que “el Señor sólo habla a través de la voz sutil del silencio (1 Reyes, 19,12)”, y llamó a los sacerdotes a practicar este silencio esta semana de reflexión interior: “El silencio nos conduce verdaderamente al encuentro con Dios y con nosotros mismos. En él nos damos cuenta de nuestra naturaleza herida, de nuestra pobreza, de la necesidad que tenemos de Dios (...) La verdad de uno mismo sólo se percibe en el silencio. La paz, el conocimiento de uno mismo, la reflexión profunda, la humildad y la perplejidad ante la vida sólo surgen escuchando el sonido más dulce y sencillo que Dios inventó para el hombre: el silencio”.

Después, el pastor enfatizó que “no hay nada más importante que impulsar esta conversión al seguimiento a Jesucristo. Lo que necesitamos hoy los sacerdotes para aprender a ser seguidores de Jesús es volver a las raíces y convertirnos a lo esencial, actualizando en nuestras comunidades cristianas algo de la «experiencia fundante» que se vivió al inicio con Jesús en Galilea”. Precisó luego que “para promover entre nosotros un seguimiento más fiel a Jesucristo es necesario recuperar su proyecto del «reino de Dios y su justicia» como tarea principal de las comunidades cristianas; introducir la misericordia como principio de actuación en todos los niveles de la Iglesia; buscar entre nosotros una Iglesia más pobre y de los pobres; no tener miedo a salir a las periferias existenciales”.

El retiro del Clero, predicado por el padre Juan José Barolmé, tiene como tema central “seguir a Jesús”, y se desarrolla hasta el jueves, con el rezo de la Liturgia de las Horas, que es la oración de la Iglesia para los diversos  momentos del día, meditaciones y tiempos para la oración personal en silencio.