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Sábado 24 de octubre de 2020

Finaliza Diplomado “Movilidad Humana Pastoral Migrante”

Durante seis meses, 40 agentes pastorales y 17 religiosas se formaron en la tercera versión del diplomado a cargo del Departamento de Movilidad Humana. En su última sesión, recibieron el agradecimiento y bendición del Arzobispo de Santiago, Celestino Aós, quien los llamó a preparar su corazón para acompañar a los migrantes.

Por: Bárbara Guerrero C.

Fuente: Comunicaciones Arzobispado

Capacitar a las comunidades parroquiales y también a las comunidades religiosas, con herramientas que les permitan generar espacios pastorales de atención a migrantes, fue el objetivo del diplomado “Movilidad Humana Pastoral Migrante”, que este año debido a la pandemia se ejecutó a distancia y pese a las dificultades, los inscritos concluyeron cinco módulos que abordaron, desde una reflexión evangélica, temáticas como: “Derechos Humanos en la movilidad humana”, “Contexto socio jurídico de la migración en Chile”, “Contexto bíblico de la migración”, “Herramientas para la construcción de Pastorales Migrantes” y “Formulación de proyectos socio pastorales”.

Gracias a la flexibilidad de la modalidad online, este año lo cursaron 40 agentes de cinco zonas de la Región Metropolitana y también de las localidades de San Felipe, Los Ángeles y Puerto Montt. Además,  los sábados por la tarde, con una metodología distinta el diplomado fue impartido a 17 religiosas que aprobaron en su totalidad las materias. 

Wilmar Rodríguez, coordinador del departamento, señaló que esta modalidad fue un desafío, por las adaptaciones que tuvieron que hacer a la metodología del curso y agradeció la disciplina de los agentes pastorales y religiosas quienes según señaló fueron muy participativos en los módulos. 

El objetivo del diplomado es que los agentes pastorales puedan acompañar o construir pastorales migrantes en sus comunidades y ejecuten proyectos, que algunos elaboraron durante el último módulo del curso. "La mayoría de los alumnos realizaron proyectos y recibieron ayuda en materia de autogestión por parte de los profesores. En el caso de las religiosas, les permitirá implementar programas específicos desde sus comunidades religiosas" señaló Rodríguez.

En la última sesión del diplomado, ciudadanos venezolanos, colombianos, haitianos y chilenos recibieron la bendición de Celestino Aós. En su mensaje destacó la importancia de acoger y acompañar a los hermanos migrantes que enfrentan la movilidad por distintas razones, muchas veces con un destino o un propósito incierto. “Lo importante es que son personas, con toda su dignidad, con toda su historia, con sus ilusiones, con sus dolores y nosotros estamos ahí para caminar a su lado”, expresó el obispo. 

En sus palabras también los emplazó a preparar el corazón a través de la oración para acompañar y escuchar. “Esta es una tarea hermosa y como toda tarea humana y cristiana tiene la ida y la vuelta. Tenemos que estar dispuestos a dar hasta que duela, dar nuestro tiempo, nuestros conocimientos, nuestra afectividad. Tenemos que dejarnos tocar por el dolor del otro”, dijo.

Carmen Mendoza, venezolana perteneciente al grupo de movilidad humana de la parroquia San Pablo, agradeció al arzobispo y consideró una bendición su presencia en el encuentro. Emocionada compartió una reflexión con el grupo. “Como usted dice, estamos para que el hermano se sienta apoyado, querido. A veces hace falta no tanto lo económico sino lo espiritual”. 

Dando paso a la última clase del diplomado, el obispo encomendó a los agentes pastorales a no olvidar sus raíces, a confiar en el Señor y a seguir trabajando con humildad en su misión, recordándoles que la iglesia no quiere estar exhibiendo lo que ella hace. "No estamos callados, nosotros hablamos con las obras”, declaró.