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Jueves 15 de octubre de 2020

VPSC innova con taller sociolaboral en tiempos de pandemia

A través de un taller de comida saludable vía remota, familias del Programa Abriendo Caminos, de la línea cárcel de la Vicaría de Pastoral Social Caritas, participaron de una experiencia que no solo les permitió aprender nuevas formas de preparar alimentos, sino también de vincularse y de crear un potencial emprendimiento.

Fuente: Vicaría de Pastoral Social Caritas

A raíz de la pandemia, el programa Abriendo Caminos, orientado a acompañar a familias que tienen a un adulto significativo privado de libertad, asumió el desafío de innovar en la manera de llevar a cabo los talleres de Acompañamiento Sociolaboral, que antes se hacían presencialmente en parroquias. La fórmula empleada para desarrollar las clases fue a través de whatsapp, principal forma de conexión de las interlocutoras e interlocutores. 

El taller significó adecuar una propuesta a las necesidades de las familias y una manera de seguir manteniendo el vínculo entre el equipo y sus interlocutores, así lo comenta Ángela Álvarez, encargada del componente socio laboral de la línea cárcel.

“Hoy vemos que existen necesidades económicas en las familias y desde ahí dimos respuesta a una necesidad concreta que es la alimentación, pero además esta instancia nos permitió generar un espacio de acogida y escucha donde las personas se podían conocer y apoyarse mutuamente, rescatar sus fortalezas en el ámbito tanto personal como laboral”, señaló Ángela

El taller se realizó en seis sesiones, con un set de insumos proporcionados por el equipo a las familias. El resultado fue positivo, dice la encargada del componente sociolaboral “quedaron super motivadas, se lograron cosas que no teníamos pensadas, como la cohesión y colaboración familiar vistas en las clases”. 

Esta experiencia se inserta en los talleres de acompañamiento sociolaboral que realiza el programa Abriendo Caminos en su intervención y que dentro de sus objetivos está fortalecer las habilidades laborales de las/os participantes para que puedan mejorar la calidad de vida de la familia y elaborar un plan para trabajar con las familias durante el año. 

Para Elizabeth Guerrero, este taller fue un espacio que le ayudó mucho para descubrir que las tortas que prepara son un emprendimiento. “Ha sido muy bueno, me di cuenta que lo que yo hacía era un emprendimiento y yo lo veía más como un medio de subsistencia. Mis tortas las vendo de voz en voz con los vecinos, las mismas personas han llegado a mí por recomendación. Más adelante me gustaría aprender y tener más variedad en mis productos, este taller me sirvió para darme cuenta de esto”. 

Elizabeth también encontró un espacio para compartir con otras personas, su vida y sentimientos. “Se van haciendo conexiones, conocí gente, conversamos, agradezco mucho el taller”, dijo. 

Valentina López, fue una de las personas que participó del taller, para ella la experiencia fue muy importante. “Cada vez más buscamos hacer nuevas cosas por eso el taller me encantó, además nos dieron las herramientas, en este caso la mercadería, para poder aprender. Como familia estamos tratando de cambiar los hábitos de alimentación, y yo estoy tratando de usar otras cosas que ahora el taller me ha enseñado. Además me incentivaron a poder hacer cosas y ofrecer también para vender y ver si resulta, empezar de a poco”.  

Actualmente se está implementando una segunda experiencia del taller con otras interlocutoras.