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Sábado 10 de octubre de 2020

Vida Consagrada rezó por el pueblo mapuche

En casi una hora de oración, la Vida Consagrada pidió por la paz, reconciliación y justicia del pueblo mapuche. La jornada contó además con cantos y lecturas en lengua mapudungún.

Periodista: Enrique Astudillo Baeza

Fuente: Iglesia de Santiago

Link fuente: www.iglesiadesantiago.cl

El encuentro comenzó con las palabras del Vicario para la Vida Consagrada, padre Pedro Pablo Garín. A la luz del mensaje que el Papa Francisco refirió en su visita apostólica a la Araucanía en 2018, pidió por la paz, la reconciliación y la justicia del pueblo mapuche: “La unidad pedida y ofrecida por Jesús, reconoce lo que cada pueblo y cada cultura está invitada a aportar en esta bendita tierra. Todos nosotros somos pueblos de la Tierra. Estamos llamados al bien vivir”, dijo.

El padre Nelson Hualquimil Ñanculif, Vicario General de la Diócesis de Valdivia, quien por razones de salud no pudo estar presente en el espacio de oración, dejó una carta para que fuese leída. Entre sus líneas biográficas, manifiesta su alegría por la jornada de oración: “Soy originario de Pitrufquén, región de la Araucanía. Fui catequista de Primera Comunión y de Confirmación sin estarlo. El sacerdote me decía que hiciera la Primera comunión y yo le respondía que todo tiene su tiempo, que aún no estoy preparado ni convencido. Finalmente, la Primera Comunión la hice en la misa de una jornada vocacional y antes de ingresar al seminario me Confirmé”.

Agrega la carta: “En mi proceso vocacional tuve que discernir mi identidad religiosa. Ser agente religioso católico o mapuche. Los sabios mapuches me decían que tenía algo especial. Fue así como tuve que sacarme los prejuicios negativos que se tenían en ese tiempo para terminar con nuestra cultura de lo que es un Machi varón o mujer, célibe, casado o casada, dado que tenía un desarrollo especial con la sensibilidad espiritual”.

Sobre la encíclica papal Fratelli Tutti, dijo que era uno de sus sueños, “ya que soy un sacerdote mapuche y católico que intenta ser cristiano cada día. No creo en una Iglesia cerrada y exclusiva, sino universal e integrada. Creo en la Iglesia Católica, porque la centralidad es Cristo y su Reino, donde veo que hay mucho que también se manifiesta en el pueblo mapuche y en toda persona”, analiza.

Carmen Ñanco Riquelme, de las Hermanas Catequistas de Boroa, señaló que es una alegría poder compartir la experiencia desde la realidad mapuche: “Desde la iglesia y con la iglesia, nos hemos ido reconociendo y el gran desafío es escuchar la realidad, mirar al otro como legítimo otro y poder reconocer que ambos somos hermanos para poder compartir la fe y que este proceso de inculturación al evangelio no sea principalmente una acomodación, sino que más bien podamos compartir la fe como hermanos y hermanas”.

Todo culminó con el rezo del Padre Nuestro en mapudungún y la oración de acción de gracias por el pueblo mapuche.