Conversatorio sobre Justicia Social dio inicio a Mes de la Solidaridad

El académico abordó el tema de la justicia social desde varias perspectivas y comenzó recordando que “nuestra naturaleza nos inclina a realizar actos justos, sin embargo, advertimos que en el mundo hay muchas injusticias. En el ámbito político, económico y social abundan las injusticias, pero también en la familia, en el trabajo, etc. No debemos olvidar la ambivalencia humana. La persona humana es capaz de hacer el bien y el mal”.

El director del Instituto de Filosofía de la Universidad San Sebastián, añadió que si bien el 18 de octubre de 2019 marcó para muchos el comienzo del estallido social, “la crisis comenzó cuando se perdió la autoridad, o sea, cuando los hijos les perdieron el respeto a sus padres, ya sea, porque estos progenitores nunca estaban en casa o porque tuvieron que convertirse en “amigos” de sus hijos, hijos educados sin contención y sin disciplina”, agregando otros factores como la pérdida de la amistad cívica, “es decir, cuando los políticos comenzaron a moverse en la lógica amigo-enemigo; cuando algunos empresarios abusaron de los trabajadores y cuando algunos trabajadores, cuando reemplazaron el pacto social por la lucha de clases encubierta; cuando la violencia comenzó a engendrarse en los corazones; cuando las universidades -con honrosas excepciones- renunciaron a formar buenos ciudadanos y buenas personas”, entre otras razones.

Tras profundizar en los significados de la palabra justicia, el profesional se detuvo para destacar que “el fin de la justicia social es alcanzar el Bien Común y la paz social, habida cuenta de que ella, establece una distribución equitativa de los deberes y derechos de los ciudadanos. Ella exige una distribución equitativa de los bienes públicos, como la educación, la salud y la vivienda”, reglón seguido manifestó: “La justicia social nos interpela directamente. Todos sin excepción, podemos colaborar en la prosecución de la Justicia Social. Equivocadamente se piensa que alcanzarla es solo labor del Estado a través de sus diferentes gobiernos, o que es tarea de los políticos. Toda la sociedad está comprometida con ella, tanto el sector público como privado. Los cuerpos intermedios, las asociaciones, las personas individuales”, desglosó.

Por último, animó a los asistentes a sentirse - en su condición de cristianos- con una enorme responsabilidad de cooperar y comprometerse con la Justicia Social: “Tenemos un tiple desafío en relación a la Doctrina Social de la Iglesia: Un desafío intelectual, que se traduce en conocer la DSI. Un desafío moral que es vivir conforme a los principios de la DSI y, por último, un desafío político, que no es otra cosa que pensar los grandes problemas del país y sus soluciones a la luz de la DSI. En concreto, por el momento, estamos llamados a recuperar la autoridad, la amistad cívica y la austeridad. Si logramos esto, lo demás llega por añadidura”, cerró.

Monseñor Cristián Roncagliolo, Vicario de la Esperanza Joven, valoró este nuevo ciclo de conversatorios que, a la luz de la vida, obra y legado de San Alberto Hurtado, invita a generar acciones concretas en los jóvenes y agentes pastorales: “Estamos caminando en un proceso de reflexión de carácter constitucional que evidentemente va abriendo preguntas y donde estamos insertos en un problema de crisis social que ha tenido diversos acentos, por lo tanto, nosotros como Iglesia, tenemos una palabra que decir y que brota del tesoro que tenemos que es la Doctrina Social de la Iglesia, que nos permite situarnos en el orden de los principios, en atención de poder aportar a la convivencia nacional desde los valores cristianos”.

María José Rivas, quien participó de la actividad, manifestó al respecto, que como católicos y como sociedad chilena, estos temas son muy necesario hablarlos: “Creo que hoy en día, la situación actual ha puesto sobre la palestra varios conceptos importantes que debemos tratar y no ser tema tabú, así que lo creo sumamente necesario. La Iglesia ha tenido hartos traspiés y ha sido bien golpeada por temas de abuso de poder y de injusticia social, por lo tanto, más que omitirlo es importante tratarlos. Es importante vivir la injusticia social, verla y experimentar de ella para poder entregar soluciones concretas”.

La siguiente actividad del Mes de la Solidaridad de la Vicaría de la Esperanza Joven, será el miércoles 12 de agosto a las 19:00 horas, con un nuevo conversatorio, esta vez, a cargo del abogado Sergio Micco, director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, quien hablará sobre “Derechos Humanos”.

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