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Domingo 5 de julio de 2020

Fecunda vida pastoral de parroquia San Vicente de Paúl

Alrededor de 45 agentes pastorales, coordinadores, religiosas, diáconos permanentes, sostuvieron una reunión del consejo pastoral junto al Arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós, este pasado domingo, por teleconferencia, junto al párroco, padre Francisco Javier Manterola.

Periodista: José Francisco Contreras

Se trató de la primera reunión de este nuevo consejo, que asumió el pasado 19 de junio. Son alrededor de 42 personas, representantes de las seis capillas, la sede parroquial, religiosas, las pastorales y los diversos carismas que funcionan en la parroquia, cuya labor fue presentada brevemente por el padre Javier Manterola, al inicio del encuentro.

A pesar de las restricciones actuales, la comunidad está muy activa, como lo señaló el coordinador del consejo, Mauro Castillo, diácono permanente, junto a su esposa, Hilda Torres, que lidera el Plan Covid, de ayuda a los afectados por la pandemia. En esta parroquia de La Florida, con alrededor de 80 mil personas, hay mucha pobreza disfrazada, y la pastoral social, a cargo del matrimonio de Rubén Araneda y Sara Manríquez, tiene una gran actividad: “Somos un equipo grande, distribuimos una canasta diaria cada quince días y también mucha ropa que nos han donado, que entregamos limpia y planchada. También hay ayuda a gente en situación de calle”, informa Rubén.

Mauro sostiene que, además, están tratando de responder “al desafío de los migrantes, que son muchos, hemos aprendido de ellos, porque su espiritualidad es muy cercana”. Al respecto, Alejandra Luna, venezolana, a cargo de esta pastoral, dice que la realidad que viven los migrantes en La Florida ha impactado a toda la comuna, porque ha ido creciendo y acercándose a la parroquia. “La principal ayuda es en alimentos y ropa de abrigo. En el futuro, habrá orientación para regularizar su estada en el país”, añade.

En esta reunión del consejo parroquial, el padre Celestino Aós conoció también el trabajo de la pastoral juvenil, que coordina Ignacia Beltrán. Ella insiste a los jóvenes que deben “darse cuenta que están insertados en una comunidad y que no por una pandemia vamos a dejar de hacer las cosas”. Por su parte, Claudia González, que asesora esta labor, afirma que “lo hacemos por Dios, teniendo presente la importancia de crecer en la fe en este tiempo de encierro”. En la oportunidad, mostraron un video resumen del trabajo pre juvenil, de animadores de catequesis y de Confirmación.

En el consejo participaron Alonso Acevedo y Fabiola Armijo, matrimonio coordinador de la capilla Todos los Santos, la más antigua de la parroquia, centrada en la espiritualidad de san Vicente de Paúl y de San Francisco de Asís. Fabiola resalta que “es una comunidad que ha pasado por muchas y diversas etapas, pero destaco las ganas de estar en conexión con Dios y con el entorno, una comunidad muy alegre, que se ayuda mucho”.

El trabajo de la parroquia se ve apoyado por la labor de consagrados, como la del vicario parroquial, padre Héctor Bascuñán, tres diáconos permanentes y religiosas de las Pías Discípulas del Divino Maestro y de la congregación de la Piedra Blanca, que ayudan en la pastoral social, las primeras, y en la catequesis, la formación y vida de oración las segundas. En toda la labor reseñada, el padre Manterola resaltó el servicio de Blanca Aguilera, secretaria parroquial, que sacó un permiso permanente para apoyar especialmente el trabajo solidario parroquial.

El momento actual es momento de gracia y salvación
Al término del encuentro con la parroquia San Vicente de Paúl, monseñor Celestino Aós agradeció el trabajo pastoral que realizan. “Tenemos que pedirle al Señor que nos ayude a valorar el momento presente, porque muchos están hablando de cuando llegue la ‘normalidad’, y eso es una tentación que tenemos todos. Hay que aprovechar el momento presente, este momento es un momento de salvación, un momento de gracia, desconcertante, no sabemo muchas cosas, pero es ¡ahora! Ahora es el tiempo de la salvación. ¡Hoy!”, sostiene con fuerza.

Acerca de la imposibilidad de celebrar el sacramento de la Eucaristía, explica que somos cristianos en todo momento, ya sea cuando estamos despiertos o dormidos o preparando la comida y, citando a san Pablo, señala que “todo lo hacemos en nombre de Dios”. Agrega que el cristiano vive ese gozo de sentirse cristiano en todo momento. “Si un día no puedo hacer una cosa otro día puedo hacer otra. “Hacer el bien es ayudar al otro en sus necesidades reales, si necesita comida, procurarle comida, y si necesita compañía y consuelo, darle esa compañía y palabras de consuelo”.

Finalmente, el pastor indica que todo creyente debe centrar su vida en tres aspectos: la formación, la oración y la acción, e invitó a la comunidad a vivir seriamente estos elementos de la vida de fe, porque “las tres cosas son importantes”. El arzobispo grabó un mensaje para ser difundido entre el resto de los feligreses, en el cual resaltó la certeza de que Dios nos ama y que los cristianos deben ser agentes de paz.