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Lunes 8 de junio de 2020

Encuentro por la vida contemplativa en el día de la Santísima Trinidad

Religiosas de distintos monasterios se reunieron virtualmente con los obispos de la arquidiócesis para compartir su experiencia de fe en tiempos de pandemia.

Periodista: Bárbara Guerrero C.

En el marco de la fiesta de la Santísima Trinidad y la jornada de oración por la vida contemplativa, religiosas de distintos monasterios se reunieron la tarde de este domingo para reflexionar y compartir la oración con los obispos de la arquidiócesis.

En el encuentro las religiosas tuvieron la oportunidad de agradecer las muestras de cariño y preocupación que han recibido en los últimos meses, especialmente desde los miembros de la Iglesia. "Hemos recibido muchas llamadas telefónicas para saber cómo estamos y eso nos ha dado mucha cercanía con la arquidiócesis" señaló la hermana María José, del Primer Monasterio de la Visitación.

Todas concordaron que este periodo es una oportunidad de renovación espiritual y un crecimiento en la fe, en el que se debe redoblar el tiempo dedicado a la oración y es donde reconocen el rostro de Cristo en el hermano que sufre, tal como señalaron las hermanas Carmelitas de Cristo Rey. "Toda la situación es un remezón, para intentar renovarnos y vivir una entrega más generosa, en oración por todo el mundo y al servicio de la Iglesia".

Las religiosas también destacaron la importancia de las donaciones que han recibido ya que con eso han podido seguir ayudando a sus comunidades. "La Divina Providencia nunca falla y nosotras la compartimos con las personas que tocan nuestra puerta", señalaron las hermanas Clarisas.

Una luz que guia el camino de la Iglesia

El obispo de Santiago, Celestino Aós, destacó la misión de las religiosas contemplativas al centrar su punto de contemplación en Dios. Además recordó la importancia de llevar el mensaje de triunfo del Cristo resucitado. "Hoy es el dia de la salvación, hoy es el día de la misericordia" afirmó.

El obispo señaló la importancia de mantener la esperanza y la alegría para atraer a los jóvenes a la vida consagrada. "La pandemia pasará, y nos va a dejar un Chile diferente, que no sabemos cómo va a ser. Habrá mucha gente con menos fe. ¿Cómo serán las jóvenes de Chile?, no lo sé, pero de ahí han de venir las vocaciones y nosotros tenemos que ser personas que les manifiesten esa reciedumbre, que diría Teresa de Ávila, sino no vendrán las vocaciones a los monasterios", recalcó.

El padre Alberto Lorenzelli, Vicario para el Clero, por su parte destacó la labor de las consagradas como "la voz orante de la iglesia" y el Vicario para la Vida Consagrada, padre Pedro Pablo Garín, las llamó a no perder su alegría y a mantenerse en la esperanza y la unidad, ya que según indicó, "el Señor está hoy en día más fuerte que nunca en todos nosotros".

Por su parte, la hermana Frida Álvarez, secretaria ejecutiva de la vicaría, destacó la importancia del testimonio de las religiosas y expresó su "gran deseo de construir Iglesia todos juntos".