Jueves 7 de mayo de 2020
El combate espiritual ante la pandemia
Más de 30 sacerdotes de la arquidiócesis se capacitaron para atender a enfermos en casas y hospitales en el contexto de covid-19. Acá algunos testimonios de lo que significó esta experiencia, que se rige por todas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Periodista: Enrique Astudillo Baeza
Fuente: Periódico Encuentro
Link fuente: http://www.periodicoencuentro.cl/mayo2020/
Un grupo de presbíteros de distintas parroquias de Santiago, en tres clases, se capacitó con el apoyo de la Red UC Christus para visitar, atender y acompañar a personas afectadas por el covid-19. El padre Andrés Moro, encargado de coordinar la Pastoral Sanitaria del Arzobispado de Santiago durante la crisis, explica que "estamos preparándonos, pues todavía no ha llegado el momento más fuerte de la pandemia, pero con esto tendremos sacerdotes disponibles para poder acompañar de manera responsable y nos ayuda a revitalizar y revalidar el rol de los curas y de la institución religiosa".
Uno de los sacerdotes que se capacitó fue el padre Guillermo Colipe. El párroco de Cristo Rey, de San Joaquín, contó que "agradecemos esta formación para poder tomar las medidas preventivas correspondientes y proteger a los demás. Esto es un signo de esperanza, porque son Dios y las personas quienes dan sentido a nuestra vocación, siendo instrumentos de vida en esta tierra".
Para el padre Rodrigo Magaña, vicario de la Zona del Maipo, "es una iniciativa que surge fruto de mirar la experiencia que está ocurriendo en otros países, de los resguardos que se requieren para enfrentar esta pandemia y donde muchos feligreses necesitan ser asistidos. Los sacerdotes deben estar a la altura de ello, cuidar a los demás y tomar los resguardos propios necesarios. Estamos muy agradecidos de esta capacitación para prestar este servicio, ya que muchas personas no pueden recibirla".
El padre Juan Pablo Rovegno agradece también la posibilidad de este taller, "no sólo porque nos permitió comprender mejor la pandemia que vivimos, sino porque nos entregó herramientas para acompañar mejor la vida de las personas, sin poner en riesgo otras vidas, ya que las medidas sanitarias de autocuidado y cuidado hacia los demás no se contraponen a la necesidad de estar cerca del que sufre", aclaró.
Las capacitaciones, al ser de carácter presencial, contaron con todas las medidas necesarias para evitar cualquier contagio o propagación del virus entre los sacerdotes.
La enfermera Viviana Silva, una de las encargadas de la capacitación, detalló que "fue una bonita misión, ya que ese sentido profundo por parte de ellos, de ponerse a disposición del personal médico y hacia los enfermos, desde el punto de vista espiritual, es y será muy relevante para afrontar los efectos de esta pandemia. Si uno mira las cifras internacionales, han fallecido efectivamente más sacerdotes y hermanas por coronavirus que médicos en Italia, por ejemplo. Intentamos enseñar y entrenar a través de un taller práctico, desde la higiene de manos, el uso correcto de los elementos de protección personal (mascarillas, pecheras, guantes), seguir los protocolos internos del equipo de salud y cómo todo esto se aplica en el encuentro con el enfermo en su hogar u hospitales para dar la asistencia espiritual. Muchas personas mueren y morirán solas, sin poder estar en compañía de sus familias y aquí es donde cobra especial sentido el rol de los curas y asistentes espirituales".
A lo anterior, el padre Cristián Roncagliolo, vicario general y obispo Auxiliar de Santiago, precisó que esta iniciativa "es una capacitación conforme a los criterios de la OMS para atención de enfermos, pero de una forma especializada, con altísimos estándares de prevención de contagios, para los sacerdotes que dan la unción de los enfermos y la asistencia espiritual, servicio que está en el corazón de la misión de la Iglesia, razón por la cual es tan relevante que lo realicemos y que nos preparemos para esta contingencia de una manera responsable".
Para Pedro Bustos, jefe de Asistencia Espiritual y Pastoral de la Red de Salud UC Christus, esta experiencia fue muy providencial, ya que de ser un par de sacerdotes los que se capacitarían, llegaron a ser treinta: "Ha sido para nosotros una bendición poder aportar a la Iglesia desde este lugar que nos toca vivir. Es una gran felicidad, ya que abrió las puertas para ayudar no sólo a las personas que están sufriendo alguna enfermedad, sino que también a aquellos sacerdotes que quisieron realizar los cursos.
Bernardita Ureta, gerente de Misión de UC Christus, en tanto, destacó que "se trata de una medida que está pensada para la atención de los pacientes de una manera integral, porque es necesario atender a las personas en todas sus dimensiones, y la espiritual no se puede dejar de lado. El saberse acompañados, que pueden apoyarse en otro, ayuda a que puedan encontrar consuelo frente a lo que se está viviendo, tanto los pacientes como sus familias", relató.
Es importante precisar que el protocolo responde a la búsqueda de recursos para capacitar de forma más específica a quienes, por su ministerio, puedan acompañar y asistir espiritualmente en estos momentos. Asimismo, contempla la entrega del sacramento de la Unción de los Enfermos y la realización de responsos ante el fallecimiento de un familiar.