Jueves 9 de abril de 2020
Disponible subsidio para vivir el Vía Crucis desde el hogar
El Arzobispado de Santiago, a través de la Vicaría para la Pastoral, pone a disposición de los fieles el subsidio para vivir el Vía Crucis.
Jesús dice: "Quien quiera seguirme que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga". Es una invitación que vale para todos, casado o soltero, joven, adulto y adulto mayor, ricos y pobres, de una u otra nacionalidad. Vale también para cada familia, para cada uno de sus miembros o para la pequeña comunidad en su totalidad. Antes de entrar en su Pasión final, Jesús, en el Huerto de los Olivos, abandonado por los apóstoles adormecidos, tuvo miedo de lo que le esperaba y, dirigiéndose al Padre, suplicó: "Si es posible, que pase de mí este cáliz".
Pero añadió de inmediato: "No se haga mi voluntad sino la tuya". En aquel momento dramático y solemne se percibe una profunda enseñanza para todos los que se han puesto a seguirle. Como todo cristiano, cada familia tiene también su vía crucis: enfermedades, Coronavirus, muertes, apuros económicos, pobreza, traiciones, comportamientos inmorales de uno u otro, discordias con los familiares, calamidades naturales, etc.
Pero, en este camino de dolor, todo cristiano, toda familia, puede fijar la mirada en Jesús, Hombre-Dios, especialmente en este tiempo de pandemia, y decir que, ni la enfermedad, ni el sufrimiento, ni la incertidumbre, ni siquiera la muerte tienen la última palabra. La palabra decisiva la tiene el triunfo de Jesús sobre la oscuridad y la muerte. Revivamos juntos la última experiencia de Jesús en la tierra, acogida por las manos del Padre: una experiencia dolorosa y sublime, en la que Jesús ha condensado el ejemplo y la enseñanza más preciosa para vivir nuestra vida en plenitud, según el modelo de su vida.