Jueves 2 de abril de 2020
Responsabilidad y esperanza en Cristo: Plan ante el covid-19
Detener la propagación del coronavirus es una prioridad mundial y desde la Iglesia el llamado es a implementar una serie de medidas que invitan a la comunidad cristiana y personas de buena voluntad...
Periodista: Equipo Encuentro
Fuente: Periódico Encuentro
Link fuente: www.periódicoencuentro.cl
Detener la propagación del coronavirus es una prioridad mundial y desde la Iglesia el llamado es a implementar una serie de medidas que invitan a la comunidad cristiana y personas de buena voluntad, a prevenir contagios viviendo su fe desde las sólidas bases de la Iglesia doméstica Como medida de prevención el Arzobispado de Santiago activó durante marzo protocolos en todas sus zonas.
En una inédita, pero eficiente medida contra el contagio, suspendió las misas presenciales (diarias y dominicales) dando paso a las transmisiones en vivo vía redes sociales o web. La medida tuvo una positiva respuesta por parte de la comunidad cristiana. Muestra de esto fue la misa celebrada el pasado 22 de marzo por el arzobispo Celestino Aós en el Santuario de la Inmaculada Concepción en el cerro San Cristóbal (concelebrada por los obispos auxiliares Cristián Roncagliolo, Alberto Lorenzelli y el rector del santuario, padre Carlos Godoy), que fue seguida, vía Facebook Live, por cerca de 7 mil personas, que se conectaron por internet desde sus hogares para participar de la eucaristía. En aquella oportunidad y durante su homilía, Aós pidió a los fieles continuar con la oración a pesar de estar lejos de los templos. "Nuestros corazones estén unidos, y recemos no sólo por nosotros y nuestras familias, sino por todos los demás". También reconoció la labor de los ordenados, religiosas, diáconos y laicos por su servicio de ayuda, de escucha y también de oración.
La prevención, una tarea de todos
A la transmisión de misas por plataformas digitales se sumó la indicación de posponer matrimonios y bautizos (dentro de lo posible y previo acuerdo con las familias) hasta que se haya controlado la pandemia. Para la celebración de otros sacramentos como velorios y funerales, el Arzobispado recomendó celebrarlos en grupos de cinco personas como máximo, evitando así las aglomeraciones en espacios reducidos. Para evitar posibles contagios, también puso a disposición de los sacerdotes y religiosas un protocolo de visita a enfermos con indicaciones de autocuidado.
En tanto, la recomendación de las autoridades eclesiales frente a la interrupción de la catequesis, encuentros formativos, conciertos, conferencias u otros eventos que habitualmente se realizan de manera presencial en las parroquias, fue a buscar alternativas llamando a la creatividad pastoral, para continuar con dichas actividades vía online.
Por último y con el fin de resguardar la salud de sus colaboradores, se ordenó la modalidad teletrabajo para todos los trabajadores de la arquidiócesis, sin que esto signifique la interrupción de los servicios. Se habilitaron líneas telefónicas y correos de contacto para atender requerimientos de manera remota.
Paciencia, esperanza y oración
El Papa Francisco en tanto, en sus exhortaciones del 19 y 22 de marzo, recordó la importancia de la comunión espiritual, rezó por las víctimas del coronavirus e invitó a los creyentes, especialmente en el tiempo de Cuaresma a convertirse en Jesús. "Es un tiempo oportuno y precioso para acercarnos al Señor, pidiendo su misericordia, en las diferentes formas que la Madre Iglesia nos propone", sentenció.
El arzobispo de Santiago, Celestino Aós, también hizo un llamado al Pueblo de Dios a ser responsables y cuidar de su salud, especialmente de los ancianos y de los más vulnerables: "Jesucristo nos enseña a pensar en los demás. Cuide a los demás, no contagie a los demás", enfatizó en su mensaje. El obispo también se refirió a la importancia de la oración como un consuelo para enfrentar la crisis: "Necesitamos más que nunca la oración que confía en Dios repitiendo: Hágase tu voluntad", dijo.
Además, pidió invocar a la virgen y rezar por las familias, enfermos, por aquellos que han fallecido y también por aquellos que asisten y cuidan a los enfermos. A su vez, la Conferencia Episcopal de Chile, en su declaración del 19 de marzo, agradeció la comprensión y adhesión a las medidas litúrgicas y pastorales por parte de las diócesis e hizo un llamado a la comunidad creyente a permanecer unidos en oración. Los miembros del Comité Permanente insistieron en la necesidad de dar un testimonio de fe y de encuentro con Cristo. "Hacia el Señor dirigen su mirada millones de creyentes en Chile y en el mundo. Especialmente en este tiempo de Cuaresma, encontrémonos con Él a través de la oración personal y en familia", expresaban en la misiva.
Disposiciones para la Semana Santa
En el marco de las restricciones motivadas por el coronavirus, el arzobispo de Santiago, Celestino Aós, entregó a los sacerdotes de la arquidiócesis una serie de indicaciones respecto de las celebraciones de la Semana Santa. Es por esta razón que los párrocos llevarán a cabo la mayoría de las liturgias, pero ninguna de ellas con presencia física de los feligreses, a los que el pastor pidió que, "en la medida de lo posible, sigan en directo las celebraciones litúrgicas" a través de las plataformas que permitan su transmisión en directo, no grabadas, meditando y celebrando la Palabra de Dios en casa.
El Domingo de Ramos no habrá entrega de ramos en las parroquias y los fieles podrán conservar los del año anterior. La Misa Crismal queda pospuesta y el Vía Crucis se podrá seguir en las casas. Las procesiones y representación de la Pasión del Señor quedan suprimidas, al igual que el Cuasimodo, que podrá realizarse en fecha posterior. En la Vigilia Pascual y Domingo de Resurrección, monseñor Aós pidió a los párrocos que al celebrar la liturgia tengan muy en cuenta a los fieles, que no podrán estar físicamente en el templo.