Arzobispo Celestino Aós celebrará misa on line este domingo al mediodía

Acogiendo la iniciativa de seguir la transmisión de las misas desde los hogares como medida preventiva ante la pandemia del Coronavirus, el Arzobispo de Santiago celebrará la misa de este domingo 22 de marzo, desde el santuario de la Inmaculada Concepción del cerro San Cristóbal a las 12:00 horas.

La misa, será concelebrada por el padre Cristián Roncagliolo, Obispo Auxiliar de Santiago y el padre Carlos Godoy, rector del santuario de la Inmaculada Concepción.

La eucaristía, comenzará al mediodía con la mirada de los presbíteros puesta en la Virgen, desde donde, junto con el repique de las campanas, tal como pidió el Arzobispo de Santiago este jueves 19 de marzo, rezarán el Ángelus, como una acción de gracias para consagrar la ciudad de Santiago al cuidado de nuestra Madre y colocando a los pies de María, el anhelo de salud y paz de todos sus hijos e hijas.

Recordemos que el obispo de Santiago, invitó también a mantenerse vivos en la fe, ya sea de manera personal o familiar, rezando y celebrando las misas desde los hogares: "Invito a las parroquias y templos católicos a que el próximo domingo 22 de marzo, al mediodía, hagan sonar las campanas. Las campanas nos llaman para que nos unamos en oración", fue el llamado.

Recordamos además, que distintas parroquias de la Arquidiocesis de Santiago, juto con colegios, liceos e instituciones católicas, han acogido el llamado del arzobispo de transmitir la misa on line durante este tiempo. Mira aquí el listado.

Para seguir la transmisión de la santa eucaristía ingresa aquí.

Comunión espiritual

Este 19 de marzo en la Solemnidad de San José, el Papa Francisco exhortó a la Comunión espiritual para enfrentar este difícil momento debido a la pandemia del Coronavirus: "Invito a todos los que están lejos y siguen la misa por televisión a hacer la comunión espiritual", dijo el Santo Padre.

Animó además a combatir este tiempo por medio del rezo de la bendición eucarística: "A tus pies, oh Jesús mío, me postro y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito que se abandona en su nada y en Tu santa presencia. Te adoro en el sacramento de tu amor, deseo recibirte en la pobre morada que mi corazón te ofrece. En espera de la felicidad de la comunión sacramental, quiero tenerte en espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, que yo vaya hacia Tí. Que tu amor pueda inflamar todo mi ser, para la vida y para la muerte. Creo en Ti, espero en Ti, Te amo. Que así sea", finaliza.