Claretianos celebran 150 años en misión desde su llegada América en 1870

Iniciaron la celebración haciendo memoria agradecida en el patio de la Basílica del Corazón de María, momento en el que invitaron a traer a la mente y al corazón la historia entrañable de la Congregación, compuesta por muchos nombres y muchas situaciones de alegría y dificultad. Desde ese lugar, se trasladaron en procesión al templo, con una imagen de María Inmaculada, quien es Madre y Protectora de la Congregación bajo la advocación carismática del Inmaculado Corazón de María.

La Eucaristía, presidida por el obispo auxiliar de Santiago, monseñor Alberto Lorenzelli, estuvo llena de simbolismos: la Palabra de Dios ingresó desde las puertas del templo acompañada solemnemente de un Baile Religioso venido desde Andacollo; la oración universal se hizo en distintos idiomas, francés, portugués, coreano, inglés, mapudungún, guaraní y español; y por último el Secretario General de la Congregación R.P. Joseba Kamiroaga, del País Vasco, realizó un homenaje al Corazón de María, cantando el Ave María.

En su homilía, monseñor Lorenzelli felicitó a la Congregación por su aniversario y sostuvo que esta conmemoración "nos lleva en primer lugar a dar gracias a Dios Padre, dador de todo bien, por tantas obras grandes que durante estos años han hecho y continúan haciendo. Las buenas acciones realizadas con entrañas de misericordia, bondad, humildad y mansedumbre, construyendo la vida con el sólido fundamento de la caridad, viendo día a día el milagro de la Providencia divina que guía la Congregación de los Misioneros Claretianos. Trazando una profunda huella que ha sido un camino de luz para tantas personas en nombre de San Antonio María Claret, portador de un carisma de abandono en la Providencia y una profunda pasión y ardor por la misión y el deseo de evangelizar. Agradecemos ese amanecer del 21 de enero de 1870 cuando los siete primeros claretianos llegaron a Santiago de Chile y pisaron estas tierras".

El Superior Mayor, R.P. Mario Gutiérrez, cmf, Provincial de los Misioneros de la Provincia San José del Sur que comprende los países de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, contó que en estos 150 años la Congregación "ha desarrollado una labor misionera en distintos lugares de nuestro país, desde Antofagasta por el norte, hasta Chiloé por el sur. En misiones y también colegios en Temuco, Antofagasta. Y hoy estamos muy contentos, con una gran comunidad celebrando este aniversario, conmemorando esta fecha, que es un llamado también para nosotros para seguir anunciando el Evangelio, la Palabra que es lo que nos caracteriza".

En esa línea, monseñor Lorenzelli, entregó un mensaje a la comunidad: "Este acontecimiento que estamos celebrando, querida familia Claretiana, invita a hacer memoria para recordar de donde vienen, llama a vivir con realismo el presente como gracia generosamente dada, y urge a intuir proféticamente el futuro. No solo tienen una historia gloriosa que recordar, sino una gran historia que construir, poniendo los ojos en el futuro hacia el que el Espíritu Santo impulsa para seguir haciendo la obra de Dios".

Sobre esa historia por construir, el superior Mario Gutiérrez, afirmó: "En ese esfuerzo nos encontramos, queremos construir un mundo mejor, más justo, especialmente en esta hora que nos toca vivir como país. Me parece que aquello que decía el profeta Isaías de que "la paz es fruto de la justicia" a nosotros nos toca el corazón profundamente. Queremos que nuestra patria sea una patria donde haya más justicia social y ojalá podamos aportar desde nuestro carisma y nuestra realidad eclesial, a esa construcción, a ese diálogo, a ese nuevo pacto social que necesitamos como sociedad chilena".